Nameless

Reviviendo La Famosa "Llama".

Era una fría noche, una fría noche seguida de una mala película. Mi esposo y yo intentábamos revivir la famosa "llama del amor", habíamos cenado en un restaurante dónde habíamos tenido nuestra primera cita, dónde las mesas llevan velas y los vinos son añejos. A continuación caminamos hasta un cine cercano, dónde se estrenaba una nueva película, creyendo que sería buena idea decidimos mirarla. Una vez dentro tomamos asiento junto a una joven pareja de dos muchachos, mi esposo los observo por un segundo y luego volteo a verme.

—Son cómo nosotros a su edad, ¿no te parece?— Acotó con una pequeña sonrisa que dejaba entrever un poco sus dientes. —Sólo que ellos son dos hombres, claro.

Tenía razón, observándolos un poco se podría decir que eran iguales a cómo fuimos en una época, enamorados, cariñosos y muy apegados, regresé a mirar a quién tenía a mí lado y asentí con la cabeza para luego recostarla contra su hombro, y también sentí cómo él recostaba un poco su cabeza contra la mía.

Luego de casi dos horas salimos del cine, decepcionados por la película, mientras intercambiábamos ideas de cómo hubiésemos desarrollado nosotros la película. Aunque no lo expresábamos con textuales palabras ambos estábamos felices de haber vuelto a tener una cita.

Por un momento pareció ser un día perfecto, pero el destino, la vida, la historia, llámalo como quieras, pero algo siempre se encarga de regresarte los pies a la realidad, no todo es perfecto y todo día bueno tendrá su momento malo.

Un segundo nos encontrábamos caminando, entre charlas y risas, de regreso hasta nuestro vehículo, y al otro me encontraba paralizada con mi esposo frente a mí, ambos siendo amenazados a punta de cañón a las exigencias de un desconocido por nuestras pertenencias de valor.

—Por supuesto, te daremos todo, solo relájate, no habrá necesidad de que jales el gatillo.— Pronunciaba mi esposo mientras cubría mi cuerpo posicionando el suyo delante.

Luego de que mi marido le hubiese dado todo lo que aquél monstruo proclamaba suyo, recibió un disparo en el centro de su pecho, tras ver caer a quién hasta hace un segundo estaba dispuesto a recibir una bala por mí, volví a mirar hacía el frente, sólo para visualizar como el gatillo nuevamente era jalado, arrebatándome la vida, aún más rápido que a mi protector.