María: Ella era una chica sencilla, callada, todo un amor....hasta que se soltó y se enraló bastante....¿la culpa?
Fue de él, Sirius Black.
Descripción: figura atlética, con ojos grandes color miel y una melena marrón que cuando jugaba quidditch se agitaba al viento. Mide 1'70, lo suficientemente alta como para llegar al tarro de galletas secreto de su amigo. Una del grupo de los merodeadores, pero ella nunca se metió con nadie, más bien gastaba bromas, siempre dentro del grupo, en esos años en Hogwarts desarrolló una gran amistad con Sirius, Remus y James, a Petter nunca se lo tragó, no le daba buena espina.
Pero para entender eso tenemos que remontarnos a una tarde de invierno en la sala común de Gryffindor. Estaban el grupo entero sentado en la habitación de los chicos, María había cogido su bote de poción del animago con desaprobación.
-Que conste-dijo antes de beberlo,-que es totalmente ilegal....-añadió con resignación.
-Ya, y aún así fue idea tuya.-se quejó Sirius.
-Am...yo solo di la idea, no te confundas...
-Fue brillante.-dijo con una sonrisa Sirius.
María se sonrojó y se apresuró a beber la poción, sintió un intenso latido doble, sus pupilas se dilataron a más no poder y un estallido blanco le dejó ciega durante un instante. Pudo abrir los ojos cuando vio que los demás no se habían transformado aún, caminó torpemente a cuatro patas dándose de bruces contra el suelo.
-Aaaaaw... pero mira que cosita adorable.-dijo Sirius cogiéndole en brazos, le llevó hasta el espejo y María pudo ver su forma animaga, era una gata blanca, conservaba sus ojos miel y su pelaje era marrón como el de su pelo.
-¡Canuto! ¿puedes dejar de babear con María y beberte la poción?-dijo James alterado antes de beber la suya.
Minutos después la habitación se había llenado de animales, un perro enorme (Sirius) se acercó a María. Ella se transformó otra vez en humana riendo y el perro le lamió toda la cara. Sirius se transformó quedando sentado a su lado y le susurró al oído...
-Considéralo primer beso.
María se sonrojó, se sonrojó mucho, se sonrojó tanto que en vez de María parecía un tomate.
Sirius sonrió y se levantó, pero en esto que María comienza a respirar de nuevo, Sirius se tira sobre ella quedando en una pose comprometedora.
-¡quítate pulgoso!-dijo sonrojada de nuevo. Sirius acercó sus labios a los de ella, María ya no respiraba, ni siquiera sabía si estaba soñando o si estaba muerta, pero entonces, Sirius la besó, ella confundida le siguió el beso lentamente hasta que se separaron, Sirius sonreía y María estaba muerta de la vergüenza.
-Am....que bonito.-dijo James riendo.
-Me voy.-dijo María muerta.
-¿Porqué? pensé que nos divertiríamos.-dijo Sirius vacilón.
-Idiosta...-dijo María roja antes de salir.
-Solo se te ocurre a ti.-dijo Remus acostándose en su cama.
María entró en su cuarto y se tiró en su cama, echó un suspiro y se tapó la cara con las manos.
-¿lo ha hecho?-preguntó Lily desde su cama despegando la nariz del libro.
-Lo ha hecho.-dijo María hundiendo su cabeza en la almohada.
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