Puntería Perfecta. [BORRADOR]

42: Decisiones.

42| Decisiones.

Karen Chars:

Me dieron de alta casi una semana después de haber ingresado. Katlyn no pudo venir varios días ya que tenía que presentar su exámen.

–Tú puedes. No hay nada que Katlyn Devis no pueda hacer– la animé el día de su exámen, por llamada.

Katlyn regresó ese mismo día en la tarde y me había contado todo sobre su exámen. Ella creía que le había ido demasiado bien, pero faltaba saber los resultados, los cuales le darán dentro de uno a dos meses. Estaba demasiado feliz por mi mejor amiga, pero yo tenía una duda que no me podía sacar de la cabeza.

–Oye, tú no sabes si...

–Le fue bien– me interrumpió–. Se veía demasiado cansado, tenía ojeras y estaba pálido pero presentó su exámen.

Sonreí un poco aliviada.

–Gracias.

Era un agradecimiento sincero. La Karen sensible –y tal vez un poco la
K

aren sensata– estaba preocupada por él y su examen. Sabía lo importante que es para él entrar y ser un gran médico.

–Karen, ¿no has pensado en dejar que venga a verte? Lo necesitas ahora más que nunca.– negué.

–No necesito de él, mi bebé y yo somos fuertes y podemos salir de esto. Ni se por qué te pregunté por él, no debe de importarme.– Katlyn me dió una mirada que no supe decifrar y cambió de tema.

La doctora me dió reposo absoluto, una dieta controlada y varios medicamentos para el dolor y fortalecer al bebé. Mi madre y Kendall me ayudaron a subir las escaleras hasta mi habitación y acostarme en mi cama.

–Cualquier duda avísame, ¿okey?– asentí y mi madre me dió un beso en la mejilla, para después salir de mi habitación.

Suspire pesadamente. Mi vista viajó hacia la pequeña maleta a la orilla de mi cama, donde mi madre me había llevado ropa al hospital y dónde estaba la ropa de aquél día.

Mi corazón se estrujó de nuevo.

Tomé la maleta con cuidado y la abrí despacio, mi vestido tenía una mancha de sangre en la parte de atrás, estaban mis zapatos y mi celular estaba al fondo de la maleta, lo tomé y pude ver la foto que mi madre nos había tomado a Noah y a mi horas antes de todo eso.

Vamos Karen, tú puedes.

Prendí mi celular y un montón de notificaciones empezaron a sonar.

Noah <3, 15 llamadas pérdidas.

Noah <3, 10 mensajes de buzón.

Noah <3, 1 mensaje.

Toqué la opción de buzón de voz y me acerqué el oído a la oreja.

–Usted tiene un buzón de voz– se escuchó la voz de la contestadora–. "Mi amor, hoy es mi examen para la universidad. Estoy demasiado nervioso y preocupado, éstos últimos días no he podido dormir ni estudiar. Sé que no me quieres ver ni escuchar, ni siquiera sé si vas a oír esto pero quiero que sepas que no fui yo– suspiro –, te demostraré que no fui yo. Te am...