Food [MiChaeng]

PARTE II

-¿Quieres o no?- La chica puso los ojos en blanco mostrando su irritación por la indecisión de la chica.

-Okay- Dijo rápidamente Chae sin pensarlo mucho.

-Sehun, estaciónate por allá para que la niña se suba- Se escuchó como le habló la chica a su chofer.

-Entendido, señorita- Respondió este mientras subía el vidrio de la chica.

El semáforo cambio a verde y el coche se estacionó unos metros adelante de Chae, quien ya estaba prácticamente empapada pues llovía muy fuerte. Chae se acerco al carro con vergüenza, al estar a su lado, se bajó el que parecía ser el chofer con una toalla y una sombrilla.

-Tome, señorita- Dijo con una linda sonrisa mientras le entregaba la sombrilla y le daba la toalla.

-Muchas gracias- Agradeció Chae al alto chofer.

-La señorita dijo que ya puede subir al auto, yo guardaré su bicicleta- Dijo el chofer para abrir el maletero.

-Okay, gracias otra vez- Sonrío y luego se dirigió hacia la puerta trasera del auto. Al abrir la puerta vio a una chica un poco más alta que ella, vestida de una manera implacable con unos curiosos lunares en su hermoso rostro.

-Hola, muchas gracias...- Chae no supo si decir "señora o señorita". En realidad no parecía tener un par de años más que ella.

-Hola, soy Mina- Dijo la chica mientras estiraba su mano hacia Chae.

-Mmm... yo soy Chae- Respondió para luego estrechar su fría mano con la desconocida chica.

-Dios, estás helada, ven para acá- Abrió sus brazos hacia Chae, quien se acercó a ella y cuando estuvo lo suficientemente cerca la abrazó de vuelta. Mina comenzó a acariciarle el pelo lentamente, cerró los ojos cuando sintió el aroma de fresas en el pelo de chica.

-Sehun, sube la calefacción- Dijo la chica en tono neutro a su chofer, quien lo hizo rápidamente. Chae no había notado que el auto ya estaba en movimiento ni había notado que Mina bajó su mano a su espalda para seguir dando caricias.

-Y dime Chae ¿a donde te llevo?- Preguntó recargando su cabeza en la de Chae, su elegante ropa ahora estaba un poco mojada pero no le importaba.

-¿Me puede llevar a mi casa? Está a unos 10 minutos de aquí- Dijo Chae sintiendo el calor corporal de la hermosa chica.

-Mmm... ¿No quieres ir a otro lado?- Preguntó Mina bajando aún más su mano.

-Bueno...yo...- Chae notó como la mano de Mina ya se encontraba en su trasero y se puso nerviosa.

-Podemos ir a donde tú quieras, pequeña- Dijo cerca del oído de Chae, quien al escucharla le dieron escalofríos.