La escritura me desnuda y yo la dejo.
Porque la escritura me abraza, y yo me apoyo en su amable compañía que inventamos juntas hace tiempo.
Las palabras se me antojan infinitas, y todas mías. El orden o el desorden que decida atribuirles, es aleatorio, caprichoso, irreverente.
Me otorgan cualidades momentáneas pero potentes e inigualables.
Puedo ser quien quiera, cuando quiera. Soy atemporal, anacrónica, perfecta.
Soy un gato, la luna, mi abuela.
Elijo una silla y me siento.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche, y dejarme llevar por ese amor que no fue tal, que se negó ... La lluvia empapa mi alma desahuciada. El sobretodo gris llega a cubrir mis pantorrillas largas.
El frío me cala hasta los huesos, tan hondo que duele el aire al respirar. Allá bien profundo, un sordo malestar me grita soledades, me advierte que no es mío y entonces qué, entonces cómo ...
Allí la desesperanza me empapa de nuevo. Mi cabeza ladeada se niega a caer por completo por si él vuelve y no lo veo. Miro a lo lejos de vez en vez y retengo el aliento cuando creo descubrir su figura esbelta que se acerca ... pero no. Si tan solo se diera cuenta ...
O puedo pedirte que hagamos un trato, que entiendas que podes contar conmigo hasta muchos infinitos. Explicarte que mientras seas parte de mi mundo, este pedacito de suelo por el que paso un rato algunas horas del día, toda mi luz es para vos.
Y que yo soy luz gracias a este pacto secreto que firmamos aquí y ahora, con tinta hecha de sabia de árboles sagrados.
Derechos y reveses se entremezclan. Me da igual.
No siempre elijo ser yo. Serán demasiadas veces?
Me enumero, me abrazo, me perdono. Me valoro, me acaricio, me siento en el trono de reina. Nada es real, ni la misma realeza.
Cedo la corona. Todavía no decido qué batalla quiero librar. Estimo que ninguna.
Estoy perdida y sin remedio.
Lo más leal es ser tan libre como puedas. La coherencia amiga espera en un rincón oscuro, creyendo que otra vez pasó desapercibida, como la mayoría de las veces.
Hoy te convoco, amiga.
Me llamo a silencio, coherente y amante de saber callar cuando es momento.
