POV Charlie
-Señorita Lebranc, dígame que ya tiene listas las evidencia de su caso. – Escuché decir, volteé, encontrándome con la sonrisa de un compañero. Asentí y busqué el folio rojo, se lo pasé, sonriéndole de vuelta. -¿De casualidad a usted no le gustaría almorzar hoy o cenar?
Lo pensé, realmente lo hice, porque nunca se me había insinuado y me parecía agradable. Acepté para almorzar con él, dijo que pasaría a buscarme. Luego, me pregunté por qué lo hice. Sí, ya me había arrepentido, porque no quería que se hiciera ideas en la cabeza de que podríamos tener algo. Ya llevaba aquí dos meses, dos meses de haberme mudado con Hugo a un departamento económico, dos meses de ver películas hasta tarde con Bella, comer con Amy, pero sobre todo, hablar con April. Confirmé mi atracción hacia ella hace una semana luego de que una mañana salió una mujer de su habitación, usando una camiseta suya y con cara de haber tenido el mejor sexo de su vida. Sentí un nivel de celos tan grande, que todavía hoy recuerdo cómo esa mujer me saludó y luego se preparó una taza de café como si el departamento fuera suyo.
A lo mejor y era novia de April. Aunque nunca había escuchado a April mencionar que tenía novia, o que le gustaban las chicas, es decir, no podía solo juzgarlo por su físico. Aunque admito que su estatura me calienta. Imaginen lo que sería que me alzara y me besara con pasión pegada de una pared, tentativo, eso era, podía asegurarlo. Hugo no estaba muy de acuerdo con que yo creyera que esa mujer era su novia, tenía los mismos argumentos que yo, pero estaba negada a creer que no eran algo. Y recalco el hecho de que se preparó un CAFÉ como si conociera todo, con habilidad, hasta me ofreció una taza cuando me vio, que obviamente negué. No pasé por alto la larga camiseta que le quedaba enorme y que tenía el apellido de April y un 4 enorme en la espalda, porque la noche anterior tuvo un juego, no fui invitada entonces no fui, obviamente; pero ese no es el caso. Seguro ganaron y ella celebró la victoria teniendo sexo. Dios, tal vez si hubiera ido o si me hubiera visto en casa.
Nada de "tal vez", Charlie.
Mi celular sonó y al ver que era Bella dejé de hacer todo y contesté, sonriendo de inmediato, hablar con Bella era relajante y divertido. -¿Qué paaaasa, chica, cómo estás?
-Naada, trabajo, ya sabes, ¿y tú? A veces siento que solo estudias y no trabajas, eh.
-No es nada falso. Tengo una beca, querida. Y April como buena mejor amiga me mantiene. -contestó riéndose, la acompañé, no me sorprende.
-Vaya, cuéntame algo que sorprenda.
-No te preocupes, estoy buscando uno porque algún día April se casará y no podrá mantenerme más. -Se me estrujó un poco el corazón esa información que obviamente podría suceder. -¿Te parece ir a almorzar con nosotras? Intenté llamar a Hugo, pero me mandó al buzón, ese negro, debería contestar cada vez que yo llame. -Bromeó, a veces es divertido escuchar cómo Hugo le dice "blanquita" o "el papel".
Iba a contestar que sí, pero recordé que almorzaría con un compañero. -Me encantaría, pero un compañero me invitó a almorzar justamente hoy, lo siento.
-No te preocupes, querida. Supongo que cenaremos juntas, le diré a Amy que haga lasaña. Las manos de esa mujer están bendecidas, lo sé. -la escuché suspirar.
Me reí. -Me gusta la idea, me tengo que ir, pero nos vemos en casa.
-¡Hablamos lueeeeeeego! -Y colgó.
En ese momento, apareció Richard, mi compañero, y bajamos. Me llevó a una cafetería que había al frente. El olor a salchichas fritas y a hamburguesas me enloqueció, ya quería sentarme y comer todo lo que me pudieran brindar. Nos sentamos en una esquina, junto a la ventana y hablamos un poco sobre el caso en el que ambos estábamos trabajando. Una mujer había matado a su esposo en defensa propia, pero el juez, machista y de mente cerrada no quería creer eso. Juntar evidencias era lo único que teníamos porque Richard y yo creímos en el testimonio de esa pobre mujer, no me quería imaginar lo que era vivir diario con un maltratador y teniendo una hija en casa.
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Años|Completa.
RomanceAparentemente se puede esperar años para volver a ver a la persona que más amaste en su momento, la persona que te hizo suspirar de amor, incluso aunque esa persona no lo supo. Tienen que pasar años para que, por fin, ese sentimiento que creías olvi...