prólogo

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      Han pasado dos años desde el fatídico día en que Ace murió, los recuerdos me azotan como las olas a la orilla, ese día sentí un dolor desgarrador dentro de mi ser, nunca algo me había dolido tanto.

        Ese día perdí mi confianza, mis esperanzas, me sentí perdido, en medio de mi desesperación recordé que aún me quedaban 8 razones para volver y una promesa que cumplir.

          Hoy es el día que volveré a ver a mis amigos, estoy emocionado, mi corazón late con fuerza, ya quiero ver sus caras sonrientes, escuchar sus risas y peleas. Me preguntó ¿Que tan diferentes estarán? Estoy seguro que ahora son muchos más fuertes, ¿A qué nuevas aventuras nos enfrentaremos? Solo se una cosa, con ellos todo es completamente divertido, siempre.

-¡Tierra a la vista!- se escuchó un grito desde el puesto de vigía.

- Ese es el Archielago Saobady, Luffy-san ya estamos llegando a tu destino- dijo la emperatriz pirata Boa Hancock.

- ¡Saobady, sunny, chicos, allá voy!- dije emocionado y levantando los brazos con energía y alegría, grite a todo pulmón- ¡YO SERÉ EL REY DE LOS PIRATAS!

- Antes de despedirnos Luffy-san- dijo Hancock con voz tímida y mejillas ruborizadas- te casa...

- No me casare contigo- interviene sin dejarla terminar de hablar. Hancock cayó desplomada al suelo con ojos llorosos y completamente deprimida. Al poco tiempo se repuso, se levantó y camino haciéndome señas para que la siguiera. Al final del camino había un bote esperándo para zarpar-

- Luffy-san te dejaremos aquí, nadie puede vernos juntos, ten mucho cuidado, la isla está llena de marines y se ha vuelto peligrosa, no te metas en líos hasta zarpar- dijo Hancock con voz preocupada- prométeme que no te meteras en problemas antes de encontrar a tus nakamas.

- Si si lo prometo- dije en tono despreocupado, me subí en el bote para marcharme con mucha emoción y alegría, empecé a remar con mucha prisa, pero antes de continuar, me detuve y con los brazos arriba y una gran sonrisa me despedí de mi gran amiga Hancock. - ¡Gracias por todo! ¡Nos veremos de nuevo!- grite a todo pulmón y seguí mi camino.

       Llegue al archipiélago, todo estaba diferente tal como dijo Hancock, habían muchos marines, menos mal y estoy disfrazado para pasar desarpecibido. Pero como es común en mi, los problemas me persiguen aunque no quiera, me conseguí con unos mugiwaras falsos que trataban de reclutar piratas, quedé rodeado de piratas y marines, Hancock se enojara conmigo por romper mi promesa.

me ví envuelto en una pelea con los marines aparecieron Zoro y  Sanji, juntos logramos escapar de la marina, mientras corríamos vimos a chopper sobre un ave gigante, gritando emocionado

- Luffy- lloraba de la alegria- subanse rápido, exclama chopper- en este momento nos encontramos todos huyendo surcando los cielos en el ave gigante. A lo lejos veo el sunny, estoy tan emocionado, no aguanto las ganas de estar con ellos.

-¡Chicos! ¡Chicos! ¡Chicos!- empecé a gritar a todo pulmón sacudiendo mis brazos con mucha emoción, todos voltearon, al verme todos sonreían alegres, Franky al igual que Zoro, Sanji y Usopp, se ven más corpulentos, Brook se ve igual que siempre, Robin luce más fresca y relajada, chopper igual de esponjoso y por último está Nami, al verla mi corazón dió un brinco extraño, ella lucía diferente, mucho más ¿Linda?.




La Gata Ladrona Se Robó Mi CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora