—¿Qué?, ¡¿Ah?!, ¿Qué pasa?... ¡Ah! si, ya, ya recuerdo... hoy es lunes, —¡auch!, ¡ah!, por que me duele— Ah, si, ya lo recuerdo también, ayer en la noche, yo y Arturo, no debí hacer eso.
—Buenos días Dani, hija hora de levantarse, ya esta listo tu desayuno, será mejor que bajes antes de que se enfríe, ¡Ah!, y recuerda hacer las comprar en la tarde, hoy te toca a ti hacer la comida... pues suficiente ya hice con preparar los desayunos y levantarte como para que todavía les siga sirviendo el resto del día, ¡no soy su sirvienta!
—S-sí madre, no te preocupes, n-no se me olvidará
Lo único que se escucho a manera de respuesta de parte de la progenitora fueron sus pasos por las escaleras bajando.
Era lunes en la mañana, 5:40 a.m. todos excepto la madre y Daniela estaban dormidos.
Daniela, muy a su pesar logró levantarse, tratando de apoyar lo menos posible su brazo izquierdo en un vano intento de que el roce de la ropa al cambiarse la pijama por su uniforme le recordara lo menos posible la noche anterior...
Cuando se quitó la blusa con la que dormía pudo ser testiga de su infortunio, una triste y dolorosa imagen le hizo revivir por unos segundos los momentos que vivió la noche anterior
***
—¡Agh!, son unos estúpidos, ¡Esos idiotas!, ¡Por su culpa perdimos!
—¿Que pasó Artur?, ¿Por que estás así?, por favor relájate y-
—¡No puedo! no después de haber perdido la semifinal por culpa de los... de los... inútiles de mis compañeros.
—Tranquilo hijo, solo respira y exhala, tienes que aprender a sobrellevar estos casos, no siempre en la vida vas a poder ganar, y no hay nada que puedas hacer. Solamente olvida lo vivido y has de cuenta que nunca pasó.
—¡No le digas estupideces a nuestro hijo!, ¡¿Cómo que se olvide de lo que pasó?!, entonces como quieres que sea alguien mejor en la vida, ¿Cómo se va a superar si siempre se va a olvidar de lo que hizo?... ¡¿Eh?!, ¡Responde te estoy preguntando!
—Yo solo lo decía por esta vez, mientras se tranquiliza...
—¿Cómo puedes creer semejantes idioteces?, con razón eres como eres... En serio, contigo no hay remedio
A medida que Arturo se alejaba del comedor los gritos e insultos de su madre dirigidos a su padre se iban haciendo más y más tenues, hasta casi desaparecer.
Él estaba determinado a sacar toda esa ira y frustración que el haber perdido un partido de futbol americano ¨a causa de sus inútiles compañeros¨ le había dejado, ¿Y como se desharia de ella?... pues de la mejor manera: Atormentando a su pobre hermano menor recordándole su lugar en aquella familia y tal vez en el universo, haciéndolo revivir todos lo errores que había cometido, comenzando con haber nacido hasta recordarle que era mejor que él en todo y que nunca sería nadie, solo un vago sin futuro que se escondía entre sus caricaturas orientales.
Pero esta vez, el enojo era mucho mayor, tanto que el cuerpo de Derek no saldría ileso, no esta vez, aunque a decir verdad, no es como si le importara realmente eso
—¡Agh!, ¡¿Dónde rayos se metió ese insecto?! —valvuceó entre dientes mientras subía las escaleras hacia su habitación— ¡Ah!... ¡Estúpido!, todavía tengo que soportar ver su inútil cara después de lo que acabo de pasar, ojalá se suicidara, así me ahorraría el tener que estar-
De repente, justo antes de subir el último escalón, se oyen unas risitas de dos niñas maliciosas.
En cuanto Arturo pisa el último escalón sus hermanas más pequeñas salen del lado derecho corriendo y chocando con Arturo quien deja pasar el incidente, pues no le haría nada a sus mejores cómplices.
Casi en seguida, sale Daniela con una cara de preocupación sumamente marcada, y es detenida por su hermano mayor quien poniéndose en medio, y con voz amargada junto a ciertos toques de ira entre cada palabra dice:
—E ye ye ye yey... a don-
—A un lado tengo que alcanzarlas —respondió la joven con pequeños toques de impotencia mezclados entre tristeza y preocupación
—¡¿Cómo dijiste?! —en ese momento, Daniela se paralizo, como si el tiempo se hubiese detenido en una imagen
—a, e-este, p-perdón, yo, este...
Lo único que pudo hacer en ese momento la angustiada chica fue resignarse a dejar lo que aquellas 2 pequeñas criaturas le habían quitado segundos antes, pues si seguía con su lucha e ignoraba a su hermano mayor, le iría peor de lo que ya estaba destinado
Quiero escribirlo todo, y a la vez nada
Cada cosa que pongo es como una puñalada
Cada vez que te miro, me das esperanza
Cada vez que te leo, le das fuerzas a mi alma
En serio perdón
(2da revisión)
Ya es la segunda ve que lo leo, que me leo y me ubico
En un tiempo en el que era yo mismo
Cuando recien comenzava a invadirme esto que ahora soy
Cundo aún no me dejaba vencer,
Cuando más fuerte solía ser y manchado no estaba.
Esto ya no se ira, pero yo quiero regresar
Quiero que regreses, que vuelvas junto con mi verdadero ser, por favor.
Pues ni mi poesía solía ser la que de mi salia cuando en ti yo vivía.
Y mi poesía eras tu, intento que sigas siendo tu, quiero que te mantengas siendo tu y solo tu.
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HERMANA ¡TU ERES MI PROPÓSITO! (EN PAUSA POR CORRECCIONES)
Teen FictionDerek, 18 años, un chico normal que no tiene un propósito en esta vida. Daniela, 20 años, una chica normal que no es el propósito de nadie en esta vida. Tres hermanos, uno mayor y dos menores mas dos padre que no saben si quiera controlarse a ellos...