La Historia que nunca ocurrió

Capitulo 3: Narra Lourdes

Durante el año termine de consolidar mis amistades. Por un lado estaban Fran y Lio, por otro lado mis amigos de la escuela. Había conocido un par de amigos en clases de idioma privadas y tenia un grupo del barrio. Eran muchísimos grupos, sin embargo me sentía un poco sola. Me mudaba mucho, iba de un lado para el otro y me molestaba.

Por otra parte mi mama advirtió que tenia un grupo nuevo de amigos y se enojo bastante por no conocerlos. Le dije que Fran y Lio eran conocidos desde hace años, lo cual no era del todo mentira. Sin embargo cuando venían los fines de semana no me acompañaban a casa, o si lo hacían me dejaban a dos cuadras de casa. 

La ultima vez que lleve amigos a mi casa mi mama me hizo pasar mucha vergüenza y preferí no volver a presentar a nadie. Ni hablar mi abuela interviniendo en las conversaciones o metiéndose en la previa. No.

Cuando llego el verano nuevamente, Lio se vino a pasar el verano con su mama. Con el vino su novia. La chica simplemente no me quería. 

Antonela me ponía el pie para que me cayera por la calle, me tiraba del pelo cuando Lio no veía, me insulto en un momento que nos quedamos solos y me dijo que me alejara de su novio. Para mitad de Enero me entere de que le prohibió a Lio verme, aunque el se escapaba a veces para llegar a la plaza y pasar un rato juntos.

Esta vez Fran no había venido, pero fugazmente aparecía Ramiro, otro amigo de Lionel. Ramiro literalmente  se tiro encima mio la primera vez que me vio. Lionel lo reto y le dijo que yo no. Luego siguió insinuandoseme pero mas en broma que otra cosa. Decía que se iba a casar conmigo cuando fuéramos mayores y lio se reía y le decía que no creía que el se fuera a casar jamas. 

-Espera a conocer a Juan Cruz y Simon. Son los otros dos de la banda- dijo Ramiro -Te van a caer muy bien. 

-¿Son un grupo de piratas?

-¿Piratas?

-Mujeriegos, vagos, divertidos.

-Mas o menos. Lio y Fran están casados y Simon es tranquilo y callado. Las manzanas podridas somos Cruz y yo.

Lionel rió -A mi no van a contagiarme. Tan podridos no están.

-Espéranos, en algún momento bajaras la guardia culón.

-¡Que no soy culón!

Los tres nos reímos mucho en la plaza aquella tarde. La novia de Lionel se despertaba tarde así que nos daba la media mañana tiempo para vernos. Luego Ramiro se iba a Mar del Plata con su primo o se quedaba con la parejita feliz.