Capítulo 33: Confrontación.

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El sol se oculta señalando el final de la tarde, el cielo es pintado de vivos colores, azul, naranja, amarillo y un rojizo imponente. Es una imagen digna de ser retratada.

Sin embargo, mientras el firmamento destella belleza, en la montaña, la ansiedad se pasea por todo el lugar. Unos cuantos soldados corren de aquí para allá al tiempo que otros tantos se dedican  junto con los intercesores a restaurar la muralla de oración.

En la ciudad, la situación no es que tenga ánimo de mejorar. El General Corson se planta frente a la bodega. El hombre se sobrepone de su ansiedad y se muestra seguro. No viene sólo, Adrián lo acompaña. El joven le da una ojeada al General y con cierta altivez le indica el paso a seguir.

Ambos se dirigen hacia la entrada y una vez alli la puerta no tarda en abrirse.

– Después de usted General- dice Adrián.

El hombre no se opone, aunque en su rostro se esboza un gesto de desprecio. Sin dar más espera ingresa a la bodega.

La cizaña lo sigue. Se mantiene en su actitud engreida, Adrián sabe que lleva la delantera. Y pensar que horas antes fue capturado en la mansión, no obstante, el joven logró tomar ventaja de la situación.

Eran casi las tres de la tarde, poco después de que en la ciudad las líderes de NxtWave terminarán cautivas. Un escuadrón avanzó con velocidad por los pasillos del edificio de hombres en la mansión, llegaron hasta una de los apartamentos y dieron la orden a los ocupantes de darles el paso. Una vez pudieron entrar continuaron hasta una de las habitaciones.

Adrián no se levantó de la silla a pesar de que sabía que habían ido por él. La cizaña se dejó capturar sin ninguna resistencia.

Minutos más tarde. Llegó el momento de interrogar al joven cizañero. Adrián clavó sus arrogantes ojos en el General Corson y Javier Gómez.

– ¿Supongo que sabe por qué está aquí?- le preguntó el diakrino mientras se sentaba en su silla.
– Si, mala cosa- el joven actuó tan despreocupado que se tomó el tiempo de estirar los brazos y después relajarse- deberían enseñarle a los soldados como tratar a los capturados, me maltrataron demasiado, y que conste, yo no puse resistencia.
– Ya basta Adrián- intervino de nuevo Javier- usted ha cometido graves acciones en contra de la mansión, ha causado división, ha quebrantado el orden y ha atentado con la vida de personas…
– ¿perdón, yo?- interrumpió el muchacho- no, no, no. Vamos a dejar claro un asunto, yo solo demostré lo mal que estaban en la mansión. Las manadas por ejemplo, orgullosas, soberbias, rencorosas, se creyeron tan perfectas y poderosas que no fueron capaces de asumir sus errores, tan cegadas por su idea de defenderse a ellas mismas que prefirieron separarse en vez de bajar la cabeza y buscar la unidad. Si, yo fui el detonante; pero ellos decidieron escucharme cuando podían resistirse a mis ataques. ¿O es que acaso no les han enseñado a afrontar las batallas de la mente, General?

La mirada retadora y las palabras de la cizaña causaron repulsión al General, en parte porque hubo verdad en lo que el joven dijo.

– Su hija es otro ejemplo- la mirada de Adrián siguió puesta en el General- Apasionada, fiel a la causa, una gran líder; sin embargo, demasiado confiada… Suele suceder que algunos guerreros llegan a un nivel en el cual se creen supremamente fuertes, piensan que no sufrirán ningún daño o que serán capaces de resistir cualquier ataque, pero el que piensa estar firme…

No hubo palabras para refutarlo. El silencio le dio a pie a Adrián para relatar como se había procedido con Static Wave. Ella fue investigada desde mucho tiempo atrás, Divisus y Ordo indagaron en la historia de la líder de NxtWave; cuando Christy bajaba a misiones a la ciudad la oscuridad la observaba y el ilusionista y el robot recibían reportes de su actuar. Thomas significó un punto a tener en cuenta y se supo desde el principio que atacar esa relación seria un golpe funesto.

NxtWave: El ejército de la montaña. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora