Hidden Desires

Capítulo 1: Wake me Up

Un chico de cabellos castaños oscuros corre a lo largo de una concurrida calle, la música proveniente de los locales abiertos no atrapan su atención porque dentro de su cabeza continúan voces llamándolo, ¡Saint!, ¡Saint! ¡Saint! , se detiene por un momento para llenar de oxígeno sus pulmones, su vista se enfoca en el oscuro cielo carente de estrellas, baja la mirada para observar su alrededor. Está en la zona de club nocturnos de Bangkok, no la que suele asistir con sus amigos sino una de "nivel inferior". En ese instante rodeado de desconocidos y música estridente es capaz de pensar con claridad, esta harto, cansado de que le digan cómo comportarse o pensar, se quita el saco y desabotona dos botones de su camisa.

Saint Suppapong es un estudiante de 22 años de la facultad de Economía, el chico con el mejor promedio, estrella del equipo de Basquetbol, un jovencito lleno de virtudes pero que en ese preciso segundo estaba harto de cargar con el peso de ser él, por eso ingresó al Club "Hidden Desires", porque quizá en ese sitio logre encontrar lo que ha perdido.

La música no deja que los asistentes se logren comunicar correctamente, pero no importaba debido a que el movimiento de sus cuerpos, sus gestos era el lenguaje primordial en lugares como esos, sitios cargados de colores de neón, olor a alcohol adulterado, cigarro y alguna que otra sustancia ilegal. En una de las esquinas al fondo, una mesa con varias botellas encima es rodeada por 9 chicos enfundados en ropas negras y camisas entreabiertas, no tienen vergüenza al demostrar sus tonificados cuerpos.

—Amigo deja de marcarle y ten un poco de dignidad.— Max le dio una pequeña palmada a Joss mientras esté avergonzado guardaba el teléfono. —Sabes perfectamente que no le gusta estos sitios a tu honey.

—Honey es supreme, pertenece a la crema y nata de Tailandia —Agregó en tono de broma Poppy pasando la botella al más alto. —Esta noche está dedicada a Zee.

Los chicos giraron hacia un chico de cabellos negros, cejas pobladas y piel blanca como la leche, quien al sentir la mirada ladeo la cabeza sin entender porque esa noche era el objetivo de sus ruidosos amigos.

—Hemos venido a festejar porque tu ex novia se ha casado con un hombre que si tiene "aspiraciones y futuro". —Park comentó con una malévola sonrisa, Zee le mostró el dedo de en medio. —Todo por ser un jodido.

—Vamos a elegir uno chico al azar. —Agregó emocionado Toy colgándose del cuello de Poppy.

—No pienso ligar con alguien que ustedes eligen al azar. —El pelinegro se excuso tomando su vaso lleno de alcohol mientras trata de moverse al ritmo de la música. —Tienes pésimos gustos.

—Cara es chico, cruz es chica. —Intervino Park mostrando una moneda. Zee se vio rodeado por sus amigos animando a aceptar ese estúpido juego que tantos problemas le había traído a Joss, le dio un sorbo a su vaso para terminar asintiendo.

Park lanzó la moneda al aire y seguida la atrapó mostró el resultado a los alegres jóvenes quienes saltaron cargados de alegría al ver que esa noche Zee debía llevarse a la cama a un caballero, claramente no sería el primero en pasar por las sábanas del despistado Pruk.

—Tengo a la víctima perfecta. —Jimmy asomó la cabeza entra la multitud llevando sus ojos a un chico de cabellos castaños y camisa de rayas azul con blanco.

Tommy se colgó del brazo de su novio para emitir una perversa sonrisa.

—Un supreme para el Sr Pruk. —Mark dio una palmada en la espalda de su compañeros quien no apartó la vista de su próxima presa, relamió su labio inferior.

Seis chicos se dirigieron a la pista de baile, Tommy y Jimmy se quedaron en los sillones entretenidos en intercambiar caricias, ellos eran la única pareja del grupo una situación incómoda cuando se peleaban pero que aprendieron a lidiar el resto de sus amigos. Max y Poppy fueron los encargados de escoltar al cazador hacia su víctima, quien estaba sentado sobre un banco frente a la barra moviendo la cabeza al ritmo de la música.