Enamorados en prisión [ TaeGi +18]

Capítulo XXVII

Los hombres de YoonGi llegaron rápidamente a la celda de este sin ningún problema, ningún obstáculo y era algo raro, desgraciadamente nadie sospechaba nada.

-¡Jefe!- exclamó con emoción uno de sus hombres mientras entraba a la celda. Los tres chicos habían estado esperando ahí tal y como planearon.

-Te felicito, creí que tardarían más- respondió el mayor con una ligera sonrisa, pero algo faltaba ahí y su sonrisa rápidamente se borró, imaginó lo peor- ¿Dónde está HoSeok?- cuestionó y NamJoon comenzó a alarmarse.

-Se quedó en una banca herido, mi señor, está con Jimin...​- antes de poder terminar de explicar NamJoon lo interrumpió.

-¡¿Cómo que está herido?! ¡¿No se suponía que ustedes lo iban a proteger, inútiles?!- gritó, estaba muy alterado.

-Lo sentimos mucho, líder, intentamos protegerlos a los 3, sin embargo, un oficial disparó hacia Jimin, entonces nuestro jefe HoSeok se interpuso y la bala impactó en su hombro...- intentó explicar pero YoonGi lo interrumpió.

-No se preocupen por eso, lo vamos a curar, mejor hay que salir de aquí rápido- propuso el rubio- Vámonos, cariño- tomó la mano de Tae y, antes de poder salir, un grito se escuchó fuera de la celda.

-¡NamJoon!- gritó el menor al mismo tiempo que un disparo se escuchó.

-¡Jungkook!- exclamó TaeHyung aterrorizado, había reconocido la voz de su menor. Un escalofrío recorrió el cuerpo del azabache, rápidamente salió de la celda junto con TaeHyung y YoonGi para encontrarse con una escena que lo llenó de terror. NamJoon inmediatamente se acercó al chico que estaba tirado en el suelo y se arrodilló ante él.

-¡Kookie! ¡Jungkook! ¡Háblame!- suplicaba, sus manos temblaban y sus ojos comenzaron a llenarse, había un poco de sangre de Jungkook en el suelo, cosa que hizo que Nam se angustiara aún más, miró hacia el responsable, era un joven policía que parecía estar congelado por lo que había hecho- ¡Mátenlo! ¡Disparen y mátenlo!- ordenó a sus hombres los cuales, sin decir nada, dispararon contra ese oficial haciendo que este muriera al instante. Tae estaba helado, ¿cómo mierda pudo suceder estando tantos hombres afuera de la celda supuestamente vigilando que nada malo sucediera? Desgraciadamente, sucedió. -Kook, bebé, por favor háblame, despierta- lo movió un poco para buscar la herida y su mundo se derrumbó cuando notó que la bala había impactado en su pecho, por suerte, el chaleco había ayudado un poco puesto que la bala no llegó profundo, incluso sobresalía.- Te voy a curar, debo curarte- dijo para después mirar hacia la celda, todos estaban mirando sorprendidos por lo que había sucedido.

-Hyung, debes apresurarte, no creo que su corazón aguante por mucho- dijo un TaeHyung con las manos temblorosas, NamJoon miró con sorpresa a Tae, ¿había escuchado bien?

-¿S-su corazón?- cuestionó creyendo qué nada podía empeorar más.

-¿No lo sabías? Tiene problemas cardíacos, seguramente se desmayó por la impresión, hay que sacarlo de aquí, ahora- respondió el menor pensando en el por qué Jeon no le había mencionado nada a su novio.

-¡Mierda! ¡Mierda! ¡Todo esto es mi maldita culpa!- gritaba con desespero, abrazó a su amado con fuerza, tal y como si se estuviese despidiendo de él.

-Llévalo en brazos hasta alguna camioneta, en todas hay un botiquín, podrás curarlo ahí- dijo el rubio al llegar al lado del azabache el cual, sin dudarlo, tomó en brazos a su hombre y comenzó a correr. Quería llegar lo antes posible a la camioneta, antes de que fuera tarde.

-Jefe, debemos irnos rápido, pueden venir más y asesinarnos- dijo uno de los hombres, tenía mucha razón, así que YoonGi simplemente hizo la señal y todos comenzaron a ir a paso rápido hacia la salida, obviamente iban precavidos y vigilando hacia todos lados.

TaeHyung no sabía cómo sentirse, uno de sus amigos estaban entre la vida y la muerte, y posiblemente ellos tampoco saldrían de ahí, ahora más que nunca tenía demasiado miedo, tenía terror de lo que pudiese suceder, no quería que todo terminara ahí y de esa manera. El menor estaba tan centrado en sus pensamientos que solamente volvió a la realidad cuando todos frenaron en seco y YoonGi apretó con fuerza su mano. Al mirar al frente se topó con lo único que no hubiera querido ver:

-Vaya, vaya, ¿qué tenemos aquí? ¿Acaso están intentando escapar?- SeokJin se burló, detrás de él habían cerca de 50 oficiales más apuntando hacia todos los demás. Eran aproximadamente 50 contra 20.

-Hazte a un lado- YoonGi ordenó, no sabía si sentirse furioso o angustiado, iba a ser muy difícil ganar.

-¿Crees que soy tan idiota como para dejar huir a dos criminales? Mejor dicho, cinco criminales,  TaeHyung, Jimin y Jungkook ya son criminales. Es mejor que se rindan ahora sino les aseguro que se van a arrepentir- el mayor respondió, estaba dispuesto a acabar con la vida de todos, incluyendo a aquellos que un día miró con ojos de amistad, para él ya eran peor que la escoria.

-Tú no vas a tocar a ninguno de los tres, ellos están haciendo lo correcto, están siguiendo a su corazón y están ayudando a las personas que más aman, ¿y tú? Tú solamente eres el perro de alguien más que ni siquiera le importa tu vida, así que hazte a un lado- fue la respuesta del rubio el cual colocó detrás suyo a TaeHyung en un intento para protegerlo.

El jefe miraba desde el segundo piso la escena, al escuchar las palabras de YoonGi comenzó a reír-¿En verdad crees que él te ama?- cuestionó, inmediatamente todas las miradas se posaron sobre él.

-¿De qué hablas, viejo?- fue la pregunta del rubio.

-Si sigues con vida te lo diré, ¡disparen!- aquel hombre dio la orden...

...​

-Shit,​ eso arde- HoSeok se quejó.

-Lo siento, intentaré hacerlo con cuidado- respondió Jimin mientras seguía con su intento de sacar la bala del hombro de su mayor el cual se quejaba más que otra persona que alguna vez haya conocido.

-Eres multitalentos, ¿lo sabías?- HoSeok soltó una pequeña risita.

-¿A qué te refieres con multitalentos?- el más bajo cuestionó mientras limpiaba la sangre de la herida.

-Bueno, eres policía, sabes hacer planes, manejas muy bien un arma, eres un buen amante y también sabes curar heridas, a eso me refiero- replicó mientras intentaba soportar el dolor y no quejarse más. El menor se quedó en total silencio, eso de ser amante no le gustó para nada, pero era el único puesto que ocupaba para HoSeok, un maldito amante que podía usar las veces que le diera la gana, se sentía idiota ya que él se había enamorado de HoSeok en el poco tiempo que llevaban de conocidos, pero no diría nada, ni hoy, ni mañana.

A los pocos segundos Jimin logró sacar la bala, parecía que Jung no había sentido nada ya que no se había quejado así que Park aprovechó para coser la herida.

-¡No! ¡¿Qué me haces?! ¡Eso duele! ¡Para, para!- el mayor gritaba y Jimin no podía hacer nada que reír.- ¡¿De qué mierda te ríes?! ¡Me estás lastimando!

-Deja de quejarte, hyung, pareces un pequeño que no quiere tomar su medicamento- Jimin lo comparó y su risa aumentó.

-No hay punto de comparación, ¡me estás enterrando algo! ¡A un mocoso no le entierran algo en el hombro cuando está tomando la medicina!- respondió molesto.

-Cierto, pero son igual de escandalosos, es lo mismo- explicó el menor, mientras terminaba de hacer el último nudo a la costura de HoSeok.

-Eres un...​- antes de poder terminar la oración comenzaron a escucharse disparos, eran demasiados disparos, no simplemente uno. Estaban en peligro.- Vámonos, vayamos rápido a una camioneta por armas más potentes- tras decir esto ambos se pusieron de pié y corrieron hasta las camionetas.

Antes de subir notaron que la puerta de esta estaba abierta, ambos chicos intercambiaron miradas y prepararon sus armas dispuestos a disparar.

-Quédate detrás de mí- susurró el mayor, Jimin simplemente asintió, no tenía otra opción.

Comenzaron a caminar lenta y sigilosamente, HoSeok tomó la manija de la puerta para, sin dudarlo, abrir y apuntar hacia las personas que estaban dentro.

-¡Manos arriba, imbéciles!...​