Say It [MinV]

Parte Única

"Never Mind" era lo que la tinta negra escribía sobre la lechosa piel del pelinegro, una línea simple, estética, hermosa, significativa y ahora... pública.

Taehyung estaba más que molesto.

Y es que, hacia un par de días, cuando Jimin había entrado emocionado a su habitación para que fuera a la primera persona en ver su tatuaje, no se sintió especial ni conmovido, porque era obvio que lo haría, era casi un DEBER tácito; siempre se contaban y mostraban asuntos personales mutuamente antes que nadie, incluso antes que sus propias familias, así eran las cosas, así es como DEBÍAN ser y ambos lo sabían.

Pero parecía que para Jimin eso definitivamente no significaba nada, porque a pesar de que había dicho que no quería que su tatuaje fuera visto por cualquiera, que tenía un significado especial e íntimo que debía ser entendido sólo por una persona en específico, ahora estaba mostrándoselos a todos con esa "camisa" abierta que, desde la perspectiva del castaño, era más bien un estúpido pedazo de tela que se abría y dejaba ver demasiada piel del abdomen, los costados y la espalda del portador en cada uno de sus movimientos, y eso incluía, por supuesto, su tatuaje.

Taehyung no cabía en su sorpresa. Su amigo estaba prácticamente con el torso desnudo sobre el escenario y no se veía como si le importara, de hecho, al castaño le parecía que Jimin exageraba sus movimientos para que la tela pudiera exponer más de su formado cuerpo.

Para cuando su presentación en solitario terminó y bajó del escenario a recibir cumplidos y un rápido abrazo de los miembros que estaban ocupados preparándose, él ni siquiera se inmutó. Siempre que cada uno bajaba de sus solos, el otro prácticamente le esperaba abajo con los brazos abiertos, aunque su toque durara solo un segundo porque en ese, en apariencia diminuto, lapso de tiempo, se decían y sentían mil cosas.

Pero, está vez, Taehyung no abrió sus brazos para él. En su lugar, pasó a su lado de largo en las escaleras, ignorándolo para subir al escenario.

Jimin se quedó un momento congelado ante la frialdad de su amigo, mas luego, como si nada hubiera pasado, bajó sonriendo a recibir los aplausos del staff y prepararse para los números faltantes y el final del concierto.

Cuando el evento terminó, todos los miembros estaban más que agotados, con los músculos sintiéndose pesados y el cuerpo comenzando a sufrir de rigidez.

Subieron a las respectivas camionetas y, aunque Jimin intentó ir a lado de su mejor amigo, este hizo todo lo posible por terminar en la camioneta contraria a la suya.

Durante el regreso a casa, no pudo evitar sentirse cabizbajo ante la indiferencia mostrada, sin embargo, comprendía a la perfección la causa de la actitud de Taehyung. Es más, la estaba disfrutando.

Jimin no era estúpido. Por más que había tratado de controlar sus sentimientos por su amigo, estos habían terminado por desbordarse a lo largo de los años, transformándose pronto en algo más fuerte que un simple amor de casi hermanos y cruzando cualquier límite que se hubiera puesto en la cabeza.

Estaba enamorado de Taehyung.

No tenía problemas en admitirlo frente a cualquiera que intentará acercársele con planes románticos a SU soulmate y estaba seguro de que en más de una ocasión le había dicho al mismísimo Taehyung, explícitamente: te amo.

Pero Taehyung, o era muy idiota, o simplemente no le amaba como él lo hacía. Y, en su interior, realmente esperaba que fuera la primera.

Por ello, luego de ver que su amigo no respondía a ninguna de sus confesiones, tomándolas a juego o ignorándolas como si fueran nada, había decidido hacer algo más impactante e íntimo. Un tatuaje.