Capitulo 1

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“¡Corre si quieres salvar tu  trasero!” me gritaba mi sub-consiente al ver como los ayudantes se levantaban del suelo con los cabellos morados y sus caras llenas de harina, lanzándose al ataque de su presa, ósea yo. Me encantaría seguir burlando me  pero, al ver sus caras, entendí  que esta vez  iba en serio. Recordé que nadie sabía quién era, lo cual me saco una sonrisa, ya que usaba una máscara. Me voltee y empecé a correr con todas las fuerzas que me quedaban después del ataque de risa que me dio al ver los. Al voltear a la izquierda por un pasadizo, me encontré con mis “colegas”.

“Santa Madre de Canuta, creo que no nos dejaran en paz por la broma” dije y voltee mi cabeza y me con una sorpresa no muy grata. Los ayudantes nos pisaban los talones, metaforicamente, con sed de venganza.

“Oye… no crees que se nos paso la mano con la broma” me pregunto Lily un poco dudosa

“Claro que no, hemos hecho peores bromas que esta. No se dé que se quejan ellos” moví mi mano derecha en señal que no me interesa mucho. Sarah enarco una ceja.

                “No me mires así. Sabes que a ti también te gusto la broma” ella me miro con ironía

 “Así pues… ¿Cómo sabes que me reí en vez de mirar con lastima a los pobres ayudantes?”

                “Dah, porque te conozco bien y sé que te encanto” dije con un tono obvio

                “Eso no explica nada” me dijo burlona

“Tsk, porque tu te mostraste bastante animada cuando les dije el plan”

“Hn” rodo los ojos

Sonreí porque sabía que había ganado el argumento. Vi como Lily abrí la puerta principal y me pregunte cuando ella llego allí. Tan solo faltaban unos metros de distancia cuando sentí que alguien me jalaba por el cuello de mi camisa. Vi como ellas seguía corriendo sin mi ‘sigan amigas y sálvense mientras puedan’

“Creíste que se salvarían de esta, eh” me tense al escuchar esa voz

La persona que me tenía agarrada me volteo para ver a una multitud de personas de cabello morado con lanzas y de entre ellos, apareció la última persona que quería ver hoy.

“Espero que estés rezando por tu vidas y por qué no te expulsen del campamento” me dijo

‘Oh-oh’  fue lo único que pensé

Me encontraba en el despacho del profesor Miller, cada quien sentando en su asiento respectivo. Le mande una mirada de superioridad, sin embargó, el tan solo sonrió.

No era un secreto para el campamento que nos odiáramos mutuamente después de la pequeña pelea de comidas, en el comedor, que sin querer -nótese el sarcasmo- había causado.  Por eso la sonrisa que me mando solamente significaba que algo ese viejo tramaba.

“Que trae entre manos profesor Killer” Pregunte con burla por el apodo que se me ocurrió después de la  fiesta de Halloween. Cerré mis ojos para tomar una pequeña siesta, sin poner mucha atención a sus razones.

“Algo que al parecer usted quiso que pasara desde que llego aquí, su expulsión” al escuchar eso lo único que hice fue abrir mis ojos

“¿Qué?” agarre un tissue y me limpie mi oreja y volví a preguntar “Que es lo que dijo”

 “Lo que escucho, su expulsión” me levante, me dirigí al tacho de basura y vote el tissue. Camine de regreso a mi asiento y me senté.

 “No puede hacer eso!, además, ni siquiera sabe quién soy” señale mi mascara.

Viaje en el espacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora