Un pequeño chaval de 12 años, pesado aunque divertido, rubio y bastante ligón. Así es Miguel el hermano pequeño de Raquel, la protagonista de esta minúscula y sencilla historia. En cambio Raquel es algo bronceada de tez, con unos ojazos azules, rubia de cabellera, con una mirada sincera...
-Mamá, voy a salir a dar una vuelta, volveré tarde no me esperes despierta.- dijo Raquel.
-Muy bien, si necesitas cualquier cosa, no dudes en llamarme.- contestó su madre.
-Mamá tengo 17 años.- replicó Raquel.
-Vale,vale,yo solo intentaba acercarme más a mi hija que desde que está en la edad del pavo está insoportablemente insoportable.- comentó su madre sollozando.
-Es verdad.- intervino Miguel. Raquel puso los ojos en blanco, desvío la mirada hacia el lado contrario al que miraba su madre, quiso contestar pero por no decir una burrada se quedo callada. Salió de casa dando un portazo, mientras bajaba las escaleras malhumorada, estaba cabreada, y harta de que ese "mini moco" como ella le llamaba debido a ser el hermano pequeño, se metiera donde no le llamaban.
Aunque ahora la noche solo la iba pasar riéndose y divirtiéndose con sus amigos: Gabriela; su mejor amiga, era guapa, divertida, y si se encaprichaba de algo lo conseguía ya fuesen ropa o chicos, debido a su cara bonita y su buen cuerpo.
Mario; el era perfecto, era guapo, y por si eso era poco tenía unos ojos azules que le resaltaban mas la cara, también era amable, todas estaban detrás de el, a sus pies.Para Raquel el tenía todas las papeletas de novio responsable y cariñoso.
Susana; era pelirroja, bastante lista, mona, aunque era algo extraña.
Bruno; Bruno es... Como decirlo... Bruno es el, el típico chico flaquito, bajito, y como esta tan flaco ( literalmente esta como un palillo pasado por una plancha ) lo único que quiere es parecer más robusto y encima lleva sudaderas grandes que le hacen parecer aún mas flaco y bajo.
Lucía; esta chica es complicadísima de describir, no porque sea fea ni nada de eso, si no porque es todo lo contrario es muy amable, cariñosa con todos, y como su nombre indica ella es muy dulce.
-Hola,¿ y Bruno ?.- preguntó Raquel mientras abría el portal de su piso.
-No ha podido venir.- responde Mario.
-Bueno venga vámonos.- interviene Gabriela nerviosa.
Pasadas dos calles, se paran.
-Ahí está la discoteca.- comenta Lucía.
-¿Tenéis los carnes, para poder entrar ?.- pregunta Gabriela.
-Si.-responden todos a coro
En la puerta se encuentran dos guardaespaldas negros de piel, estos al ver acercarse a Gabriela, la observan de arriba a bajo.Gabriela les comenta algo al oído y les guiña un ojo, mientras con la mano izquierda les indica a los demás que pasen.
Ya dentro.
-¿Cómo has echo que nos dejaran pasar?.- pregunta Raquel.
-Mis truquillos,jajajaja.- responde Gabriela.
Llevaban tres horas bailando, y Raquel sentía que le fallaban los pies, tenia la garganta irritada de tanto gritar, así que decide sentarse en la barra a tomar algo.
-Hola, ¿me puedes dar un poco de agua?.- pregunta Raquel.
El camarero se da la vuelta, los ojos le brillan, las manos le tiemblan, esa chica era preciosa.
-Si,claro, yo soy Iker ¿y tu?.- comenta ruborizado.
-Yo soy Raquel.- responde antes de beber del vaso.
-¿Qué hace una chica tan guapa como tú, tan sola por aquí?.- le pregunta Iker.
-Gracias por el piropo.- responde Raquel abrumada por el comentario.
-Me tengo que ir.- comenta Raquel apresurada,al ver que Gabriela se ha caído en la pista, y no se levanta.
Los cinco están alrededor de ella, ninguno dice nada, todos callados y asustados. Al fin Raquel callada y sin decir nada, saca el móvil de sus pantalones vaqueros ajustados de stradivarius y llama a la ambulancia.
En el hospital:
Estan los cinco sentados en las sillas de terciopelo algo ásperas, sus padres están de camino, los médicos, aparecen en el último instante, no tienen la cara para buenas noticias.
-Hola chicos, vuestra amiga está muy mal, alguien la ha echado algo en la bebida y no creemos que se vaya a recuperar.
Esas palabras le llegaron al alma a los chicos, Raquel estaba llorando, Mario no tenia buena cara, estaba apunto de llorar al igual que los demás.
Después de esperar 3 horas, aparecen todos los padres incluidos los de Gabriela, y todos sollozando y llorando incluidos ellos, ninguno se atrevía a pronunciar una sola palabra, debido a eso, todos habían llegado a la conclusión de que Gabriela había muerto.
Al día siguiente:
Dos hilos de luz entran por la ventana,Mario se ha pasado toda la noche pensando en Raquel, le gusta mucho pero quiere esperar al día perfecto para decírselo, en cambio al otro lado de la ciudad, Susana se ha levantado a las siete para estudiar, porque a las doce va a casa de Lucía a ayudarla a estudiar Física.
Lucía ni siquiera a tocado un libro, lleva toda la mañana jugando con su hermana pequeña.
Bruno está tirado en la cama, con la boca abierta y tirando de vez en cuando algún ronquido.
La pobre Raquel lleva toda la mañana sentada al lado de la ventana con la mirada perdida, pensando en lo que pasó la noche anterior, pero algo invade sus pensamientos:
Vip vip vip, su móvil esta sonando, al desbloquearlo ve que Mario la ha hablado por privado:
-Hola, ¿que tal éstas por lo de anoche?.- pregunta Mario.
-No muy bien.- responde cansada Raquel.
-Lo siento, ha sido una pregunta muy tonta por mi parte, te parece bien que quedemos para dar una vuelta por el centro de madrid a las 5:00??.- comenta Mario
-Vale.-dice Raquel. Calcula en su mente y solo le da para arreglarse 2 horas, su madre está trabajando en su churrería, tiene que desayunar allí y volver, son las 12:00, para ir tarda una hora y para volver otra, y necesita arreglarse para Mario.
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Mi juego, mis normas
Teen FictionNo soy la más indicada para escribir esta historia, preferiría que lo hicieran las personas que la vivieron, sin embargo me ha tocado a mi. Puede que os suene como una historia cursi de amor o quizá un simple cuento extravagante. Espero que la podái...