Te Esperaré ⨾ Volkacio ✓

• TE ESPERARÉ SIEMPRE •

{toca aclarar que esta mini historia se inspira cuando Gustabo y Horacio eran aprendices de la policía y aún no eran agentes infiltrados, es decir aún no se hacían pasar como Dan y Fred.}

~ N. O. ~

Era un día normal en la ciudad de Los Santos, tanto Volkov como Horacio se encontraban de servicio.

Hacía pocas semanas que Horacio había recibido dos disparos, uno en cada pierna. Y aún cojeaba bastante, pero cada vez se hace más a la idea de que no quedaría igual que antes. Y también hacía varias semanas que no hablaba con Volkov.

Dejó de hablarse con él cuándo le confesó que se sentía atraído por él, pero que le iba a hacer, tenía que aceptar que la persona que él quería no la aceptaba, además había un doctor que le parecía de interés, y no le trataba tan "mal" como Volkov.

Él no quería dejar de hablarse con él pero Volkov decidió que era lo correcto, por el bien de los dos, según el anterior nombrado si se dejaban de hablar un tiempo se le "pasaría", sí, como si los sentimientos desaparecieran en un par de semanas...

Volkov se encontraba en el despacho junto al Superintendente a punto de terminar su trabajo por hoy. Hasta que les avisó una noticia alertadora.

Corrigo, parecía un día normal, pero no lo era, puesto que entró alguien interrumpiendo la charla del Superintendente y Volkov.

- ¡Superintendente! Perdón por interrumpir pero, ¡ha habido un atraco! - dijo un aprendiz entrando alarmado en el despacho.

- ¿Y qué? ¿A caso no sabéis solucionar un simple atraco? - dijo empezando a enfadarse Conway.

- N-no, no es eso...- dijo recuperando el aliento el aprendiz.

- Hable ya. - le dijo finalmente Volkov.

- No respetaron la tregua que habían acordado con los policías presentes, acordaron varios términos pero siempre está el término de que no pueden hacer daño a ciudadanos. - volvió a hablar el aprendiz.

- ¿Me estás explicando como resolver un atraco? Ve al grano de una maldita vez. - dijo harto Conway.

- ¡No! No...lo diré claro...no solo hicieron daño a varios ciudadanos que resultaron heridos durante su huida sino que también hicieron daño a varios agentes, uno en especial se encuentra en estado de gravedad. - dijo apenado el aprendiz.

- ¿Quién es ese policía en estado crítico? - le preguntó Volkov.

- No hace mucho que está en el cuerpo...su nombre es Horacio. Su compañero Gustabo y otro más resultaron heridos también, pero no de gravedad.

Al escuchar eso Volkov se dejó llevar por sus impulsos y no escuchó para nada la voz de Conway que le decía lo que debía hacer. Se dispuso a ir a buscar a su patrulla lo más rápido que pudo y salió de comisaría.

¿Por qué estaba haciendo esto? Horacio se le declaró y le dijo que no. ¿Por qué su corazón y su cabeza ahora le decían que fuera a buscarlo a toda prisa? Él tampoco sabía la respuesta.

Llegó al hospital lo más rápido que pudo, al fin y al cabo iba en patrulla y nadie le negaba el paso. Llegó allí y al entrar se topó con Gustabo.

- ¿Dónde...está? - preguntó Volkov a Gustabo viendo como este se agarraba el brazo vendado lleno de sangre.

- ¿Quién? Ah, ¿te refieres a Horacio? ¿A la misma persona que rechazaste y trataste mal? No sé. - dijo algo molesto Gustabo, era su amigo y le había hecho daño, no perdonaría como él todas esas noches que tuvo que ir a consolarlo por como lo trataba en la comisaría, o por como lo rechazó, y ni hablemos de cuando dispararon a su amigo y él estuvo llamando a Volkov y no fue capaz de aparecer...