CAPÍTULO 1

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NARRA TZUYU:

-Jefe, pero mi trabajo no es ser guardaespaldas. - suspiré frustrada. - Yo soy agente. Y no niñera.

-Ya le di la opción de no perder su puesto aquí, agente Tzuyu. - me dijo. - usted estos últimos días sabe que no a llegado muy temprano y sabe muy bien que si tiene problemas personales no es de nuestra incumbencia. Cuándo entro aquí tenia el horario fijo. - se sentó en su silla. - Y un agente es responsable. Pero creo que usted no le a quedado claro. Si el señor Minatozaki. Me da buenos informes sobre sus cuidados, de usted. - me señaló. - tentra a su puesto nuevamente. - me entregó una carpeta. Y salí de allí, más que furiosa.

-Tzuyu, ¿como te fue? - me llamó, una de mis compañeras. Somi.

-Quiere que sea guardaespaldas, Y con sólo ver el expediente se ve a leguas que cuidare de una niña, chiflada, caprichosa, estu.. - la de menor estatura interrumpió.

-Te lo ganaste. - dijo Dahyun.

-¿anoche no te dio Momo verdad? - dije sarcástica. Ella sonrió sarcástica. Las dos estabamos sarcásticas.
Ella vino y me abrazo.

-tienes que ir si es que quieres tener tu lugar nuevamente en esta agencia. Lo sabés. - habló Somi, asentí.

-¡Amor! - Oí aquella voz. La qué me tensó de inmediato. Se abalanzó sobre mí y me dio un cortó beso en los labios. - Te extrañe. - me dijo y vi como Dahyun y Somi rodaron los ojos. - ¿No dirás nada? - ella estaba esperando algo.

-También te extrañé. - mis amigas se esfumaron de mi vista.

-Me enteré de que ya no trabajarás aquí por algunos meses, hasta que recuperes tu puesto, aquí. - asentí.

-Si, el jefe Kyungsoo dice que eso debo hacer. - suspiré.

Aunque se me hace demasiado raro, ya qué hace meses que yo faltaba por las mañana y el no se daba cuenta.

Hasta ahora.

-Bueno, te dejo. - le avise a Elkie.

Me retiré de allí. Tenía deberes que hacer. Tenía que conocer a la susodicha que cuidaré.

-las quiero estúpidas. - le dije a Dahyun y a Somi.

-Adiós, pequeña gigante. - respondieron al unísono.

Al subir al carro, conduje a una empresa, supuse qué sería la de el señor Minatozaki.

Al estar al frente de ese gran edificio, pare el carro, pero otro me chocó por detrás.

-¡QUE TE PASA IDIOTA! - Oí que me grito desde su auto, sin lugar a dudas la voz era masculina.

-¡EL QUE SE TUVO QUE HABER FIJADO ERES TU! - me bajé del auto.

-¿¡ESTAS IDIOTA!? - también se bajó. - ¡PUEDO HACER LO QUE SE ME DE LA GANA!

-¡ENTONCES PARA QUE HACES PROBLEMAS ESTÚPIDO! - yo en realidad no quería hacer problemas, si mi coche ya no sirve del todo y estoy consciente de que lo tengo que cambiar. Y este chicho se estaba pasando de la raya. Estúpido.

-¡IDIOTA! - me gritó, estando a unos metros y se acercó más, él se dirija a mi.

-¡IDIOTA SIN CEREBRO! - Le grité, y me acerque también. Él estaba buscando problemas y se topó con la peor persona.

Entonces pasó, él estampó su puño el mi cara y me disloque. Todo se volvió borroso y caí.
Sin embargo el mareo fue rápido.

Mi sangre hirviendo, mi cara estaba caliente y mis puños avientan fuego. Me levanté y fue mi turno de golpear su cara.

Él cayó al suelo tocando su cara justamente por su ojo.

-¡QUÉ TE PASA IMBECIL! - me dijo una chica y corrió hacia él chico.

-Él se lo ganó. - me acomodé las prendas y entré al edificio.

Ahí se me acercó una chica, la secretaria del sr.  Minatozaki.

−Usted es la agente chou, ¿no es así? - -asentí. - el señor la esta esperando. - me indicó por dónde tenía que ir.

Golpeé un par de veces la puerta.

−entre - dijeron por el otro extremo y entre. - oh, señorita Chou, bienvenida. - me limite a sonreír. - Buenos días.

−En realidad son tardes. - dije, él sonrió. - aquí están mis datos a que teléfono, dirección y etc. Puede localizarme. - entregué una carpeta.

−Tzuyu, Chou Tzuyu. - dijo cuando abrió la carpeta. - Bien, bienvenida.
Entonces vayamos a mi casa, allí conocerás a mi hija.

−Entonces vamos. - me dirigí a la puerta de salida.

−¿Trae coche? - me pregunto.

−Por supuesto que traigo, mi salario no es tan mediocre. - él rió fuerte.

−Me gusta tu personalidad. - me guiño un ojo.

¿Qué le pasa a este señor?

−tendrás qué seguirme, ¿esta bien? - asentí.

−Si, no se preocupe. -.

Tal y como acordamos, seguí al señor Minatozaki, por detrás, pero al fin llegamos a la casa.

Bajé del auto y caminé a la entrada.

Él señor, dio la orden de que nos dejaran entrar y así fue.

Ya estando dentro en la entrada de la casa, el señor le gritó a su hija.

Quién soltó chillidos de molestia.

−¿Ahora que quieres Papá? - la chica ni siquiera volteó a ver su padre. Cuando por fin bajó las escaleras, nos miró. - ¿Y está? - su dedo índice se movió de arriba, abajo, señalandome.

−Es Chou Tzuyu, tu nueva guardaespaldas. - Yo rodé los ojos. Ella Rió irónica.

−Papá te he dicho que no necesitó un "guardaespaldas" - hizo énfasis en lo último. - me se cuidar sola. - Niña meca.

−Y yo te he dicho que me importa un carajo, primero esta tu seguridad. Por favor sana ya trata de ser amable. - él señor suspiro frustrado. Eso me dio malas señales. - Suerte. - me susurro mientras camimaba a la salida.

La chica estúpida que tengo que cuidar, se acercó a mi.

Y me tiró de la corbata que traigo puesta, para que quedara a su altura, que obviamente era más pequeña.

−Estas desperdiciando tu tiempo. - me dijo mirándome directamente a los ojos. - tú estancia aquí, será peor que en el infierno. - me desordeno la corbata. Y iba subiendo nuevamente las escaleras.

−Lo bueno que nunca he estado en el infierno, señorita Minatozaki. - le dije. Arrendo a verme.



-ESTO VA PA' LARGÓ. (o sea, continuará)

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No te culpó, es hermoso. 🌻💓

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