11.

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-Sabaku No Kata Es incapaz de continuar. Vencedora: ¡Uchiha Sarada!

Gaara miró atento a su hija que mantenía la mirada al suelo y cubría su codo. Busco a su esposa que tenía una mirada cargada de terror. La pelirroja con su otro puño golpeó el suelo haciendo que se agriete, se diferenciaron las saladas gotas que salían por sus ojos.

-¡Puedo continuar!-Grito llamando la atención del público y apuntó a Lee.-¡Esto aún no acaba!-Se levantó a media fuerza sacando una Kunai. Kamari miró a a su esposo con preocupación. Lee busco la aprobación de los Kage aunque más la de Su padre.

-Kata, ya fue suficiente-Shinki ingreso a la arena tras su hermana, ella hizo oídos sordos adoptando una mejor postura, el se acercó con lentitud y la tomó del hombro-Diste lo mejor de ti, si continuas terminaras con una lesión peor, tal vez permanente. Deja las cosas así-Ella suspiró y tiro la Kunai, con la cabeza aún gacha fue al lado de su hermano, este la miró con compasión y camino al lado suyo ingresando al interior sujetando su hombro. Su padre noto como durante todo eso había ignorado su mirada.

Kamari se levantó con prisa.

-Kam, ¿donde vas?

-Debo ver cómo está mi hija-Corrió hasta los vestidores donde encontró a la chica que a toda costa se cubría el brazo Justo cuando estaba por entrar escuchó la charla.

-Te dije que no debías de bajar la...

-¡Por que no te callas! ¡No recuerdo haberte preguntado nada! Créeme, fallar era lo último que quería ¿de acuerdo? ¡Deja de meterte donde no te llaman!

-Kata, ya basta.-Reprendió su madre ingresando la chica agacho la cabeza, estaba avergonzada.-Ven te voy a revisar.

-No mama, estoy bien.-la mirada seria de su madre bastó para obedecer.

Gaara mordió su dedo ansioso y se levantó de su lugar.

-Kazekage, ¿donde va?

-Necesito ver a mi hija-hablo sin esperar consentimiento y fue hasta los casilleros donde desde el exterior vio a su esposa curando el brazo de su hija.

-Kata, escúchame con atención, te dislocaste el codo... necesito acomodarlo.-La pelirroja tragó grueso y asintió, su madre estiró su brazo con algo de fuerza haciendo que se recomponga lo que causó un grito en la pelirroja, su padre entró preocupado. Ella al verlo volvió a agachar la cabeza, se arrodilló enfrente suyo.

-Hiciste bien en no continuar, es importante también saber cuándo rendirse.-Ella asintió aún sin mirarlo directamente, estaba avergonzada.-Shinki, eres el siguiente. ¿Estas listo?

-Si padre.-El castaño salió de la habitación mirando una última vez a su hermana. Su madre con su jutsu medico unió los múltiples pedazos de los huesos alrededor del brazo. Afortunadamente no había sido tan difícil.

-Tengo que irme, gracias amor..-Su esposa asintió y el estiró el brazo, lo que lo hacía para pedir un abrazo de su hija, está solo miró a otro lado, el suspiró y puso su mano en la cabeza de ella y luego se fue para ver la siguiente batalla.

Su madre suspiro una vez le envolvió todo el brazo y con otro pedazo de tela lo paso por su cuello, haciendo que el brazo herido no tenga que hacer nada.

-Gracias Mamá...-Kamari le levantó la cara porque hasta ahora se había escondido detrás del flequillo, sus ojos estaban rojos. Le sujetó con cariño del mentón y acomodo su rebelde cabello tras su oreja.

-Kata... no tienes que sentirte mal por esto es solo que...

-Deberías volver, Shinki no querría que te pierdas su pelea.-Kamari suspiró y antes que nada se inclinó a besar su frente y a la vez pasarle su chakra pero recuperarla más fácil.

El Legado Sabaku No;                     Gaara's DaughterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora