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La tristeza de la pareja era evidente. Un aura pesada y casi insoportable cayó sobre los siete jóvenes de regreso a casa. A veces alguno de los miembros mayores hacían comentarios bobos para animar las cosas, pero los maknae estaban en otro mundo. A pesar de sus manos unidas con fuerza parecían distantes. Y claro, ¿cómo no estarlo? No podrían jamás tener el privilegio de la familia. Nunca tendrían en sus brazos un cachorro con sus rasgos. Sus bebés jamás nacerían.

Esa triste aura se mantuvo por un tres semanas completas. Era más que notoria la falta de entusiasmo en los miembros, el sobre trabajo del más pequeño de los siete, y la casi nula sonrisa del menor de los alfas. El grupo se estaba agrietando. Y Hoseok parecía ser el único que lo notaba.

-Nam, ¿podemos hablar? - le preguntó a su líder después de una pesada jornada de ensayos.

-lo siento, Hoseok, me encantaría, lo juro... pero Bang PD nim quiere resultados para mañana y no tengo nada. Lo hablamos después, ¿sí? Lo prometo.

-por favor... ya no soporto esto, ya no. Mi familia se está fragmentando, Nam, ¿por qué soy al único que le importa? "Estoy bien", "después hablamos", "todo se arreglará". He escuchado tanto estas mentiras últimamente. Ya me cansé, por todos los cielos. Tae se mantiene alejado de todos y llora por las noches, lo he escuchado y lo niega cuando se lo cuestiono. Jungkook no ha estado más que haciendo ejercicio todo el día, y al anochecer empieza a crear pequeñas y tristes melodías. Jimin no ha dejado de bailar y tratar que sea perfecto aún cuando es el mejor. Ya se ha lesionado varias veces y no para. YoonGi se mantiene encerrado en su habitación. Por mucho que diga que duerme, es mentira; también lo he escuchado llorar por nosotros. Jin día y noche parece preocupado, ni siquiera nos dice sus chistes tontos... y tú, nuestro líder, no haces más que canciones, a toda hora. Que Bang PD nim esto, que Bang PD nim aquello, que el nuevo álbum, que la canción, el Run, ¡ya basta! Por favor... lo único que hacemos juntos es separarnos. Y yo no quiero seguir así, Nam, te lo juro que no. Si las cosas siguen así, yo... yo no quiero ver cómo nos rompemos. No puedo... y lo he pensado mucho... creo que lo mejor para mí, aunque suene egoísta, es dejar el grupo.

-pero Hobi... hyung, somos los siete o ninguno...

-¡lo sé, lo sé!, pero ¡¿qué quieres que haga?! ¡No soporto verlos así! ¡No quiero, no puedo!

El llanto y los gritos del omega atrajo a los demás miembros del fragmentado grupo.

-¿qué pasa?, Hobi hyung, ¿está bien?

-Kookie, sé que ustedes dos deben estar muy tristes, y... yo no sé lo que han de sufrir... pero yo no aguanto todo esto, perdón... yo... voy a dejar BTS.

-¡¿qué?! - gritó Jimin

-¡Hyung! ¡BTS somos todos! - le siguió Jungkook.

-¡pero no es como si fuera indispensable! ¡No soy como ustedes! ¡Puede que baile bien, pero siendo sinceros, no me necesitan!

-¡Jung Hoseok, jamás te atrevas a decir eso! - le gritó YoonGi.

-¡eres J-Hope, nuestro rapero! - exclamó Jin.

-¡yo no soy J-Hope! ¡Soy Jung Hoseok, de Gwangju, y estoy cansado!

Un silencio se instaló en el lugar.

En realidad, todos lo estaban. La presión de la fama, los interminables mensajes de odio y amor, la Noticia, todos lo resentían. Unos más que otros, pero eran un equipo. O todos o ninguno.

-Hobi hyung tiene razón.

Todos los presentes dirigieron su mirada al pequeño alfa, quien se encogió un poco al tener toda la atención sobre él. Hasta ese momento no había dicho palabra alguna.

¡No soy un alfa!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora