Cuando Charlotte llegó al área, jamás se imaginó que estaría tres años allí. Pensó que encontraría la salida en un año. Pero, después de tanto tiempo, se llegó a preguntar si realmente había una salida.
Ya ninguno de ellos se veía como un niño perdido. Excepto por Chuck, que después de tres semanas todavía le seguía costando adaptarse.
Perdieron mas habitantes de lo que les habría gustado. En total habían muerto quince chicos. Algunos dentro del laberinto y otros que no pudieron adaptarse a una vida sin recuerdos. Era por ello que Charlotte era sobreprotectora cuando se trataba de Chuck. No quería que ninguno lo hiciera sentir mal. Era solo un niño.
En el área seguía habiendo alrededor de cincuenta chicos. Y no, no había ninguna chica. Charlotte creía que había algo diferente en ella y que por eso estaba allí. Para empezar, había despertado en el laberinto y no en la caja. Apareció dos semanas después de que llegara un habitante y no un mes después. Intentó juntar las piezas, pero había algo le faltaba y no podía descifrar lo que era.
Tocaron la puerta y apareció Chuck.
"Sé que no debo estar aquí, pero Sartén me pidió que te entregara tu comida antes de irte al laberinto" dijo nervioso, sin mirar el tablero del laberinto.
"Eso es muy amable de tu parte Chuck" dijo Charlotte acercándosea él y obstruyendo su vista al tablero.
Alby dijo que no era buena idea que el resto de los habitantes vean lo que sucede en la sala de mapas. Por lo que todo aquel que no sea el líder, corredor o encargado, no podía entrar.
"Menos mal que viniste, ya se me estaba por hacer tarde para encontrarme con Minho" dijo Charlotte y ambos salieron de la sala de mapas "no te metas en muchos problemas mientras no estoy ¿si?"
"Lo intentaré" dijo con una sonrisa y chocaron los puños.
Fue hacia la puerta norte donde se encontraba Minho esperándola. Sin decir nada, entraron corriendo al laberinto.
Después de tanto tiempo, ya se lo sabía de memoria. Incluso creía que podría hacerlo hasta con los tapados. Era cierto que los muros cambiaban por la noche, pero hacían los mismos cambios.
Corrieron por dos horas hasta detenerse a comer una manzana y a beber agua. Luego, siguieron su trayectoria. Sin embargo, decidieron separarse unos pocos tramos. Simplemente era para cubrir mas terreno. Ya lo habían hecho antes. Si algo sucedía, solo había que gritar y correr.
Charlotte recorrió un largo pasillo que llevaba a un callejón sin salida. Tocó los muros en busca de algún cambio, pero no había una puerta secreta en ningún lado.
De pronto, escuchó el sonido que más temía: el sonido metálico. Su corazón comenzó a latir rápidamente y el pánico se apoderó de su cuerpo. Buscó con la mirada por los dos pasillos, pero no había señales.
Un liquido pegajoso cayó sobre su hombro. Levantó su mirada hacia arriba donde había un enorme penitente. La criatura aulló dejándola sorda. Charlotte se puso en marcha y comenzó a correr.
"¡Penitente! ¡Minho, corre!" gritó con todas sus fuerzas para que su amigo la escuche.
"¡Charlie!" gritó al verla al doblar por un pasadizo. Charlotte lo alcanzó y corrieron juntos.
El Penitente se movía con rapidez. Charlotte podía sentir sus cuchillas cerca de sus talones. Una de sus cuchillas tocó su tobillo y cayó al suelo.
Antes de que Minho pudiera ayudarla, varías cuchillas se deslizaban en sus brazos, dejándole profundos cortes. Sin embargo, el grito de dolor fue cuando sintió la aguja en su abdomen.
Minho atacó a la criatura tirándole piedras, mientras que Charlotte forcejeaba dándole patadas en su cuerpo pegajoso. Logró apartarse unos metros y Minho la ayudó a ponerse de pie.
Todo le daba vueltas. Sentía náuseas y todo su cuerpo le temblaba.
"Charlie, ¡hay que seguir corriendo!" exclamó Minho, jalándola del brazo.
Hizo un esfuerzo para correr unos metros, pero una puntada de dolor en todo el cuerpo hizo que se desplomara en el suelo. Tenía una horrible sensación dentro de ella. Sentía que podía atacar a su amigo.
"¡Charlie!" Minho se acercó a ella para ayudarla a levantarse.
Inconscientemente, ella lo tiró al suelo y le puso una navaja en su garganta. Al segundo se dio cuenta lo que estaba haciendo, puso los ojos en blanco y soltó la navaja.
"Lo-lo siento, Minho" se apartó temblando y abundantes lagrimas caían sobre sus mejillas "no sé qué sucedió" se llevó las manos a la cabeza. Sentía pánico.
"Charlie, debes luchar contra eso ¿me oíste? Te llevaré al área y lo solucionaremos"
El aullido del penitente resonó en el pasillo. Eso hizo que Charlotte reaccionara, miró hacia Minho, asintió con la cabeza y corrieron alejándose de la criatura.
Su cabeza le seguía dando vueltas. Su ropa estaba empapada de sudor. Cada vez que cerraba los ojos, se le venían diferentes imágenes borrosas. Eran diferentes escenarios, pero siempre había un chico.
Le comenzó a faltar el aire en los últimos metros, dificultándole seguir corriendo. Minho se dio cuenta y la cargó sobre sus hombros.
"¡Docs! Gritó Minho al entrar al área.
Charlotte escuchó las voces de varios chicos en el recorrido hacia la Finca. Todo se desmoronaba a su alrededor.
"¿Lottie? Minho ¿qué sucedió?" esa era la voz preocupada de Newt.
"Nos atacó un penitente y la pinchó" respondió entrando a la Finca y la acostó en una cama "necesitamos sogas para atarla"
"Quiero al resto de los habitantes fuera de la Finca" escuchó a Alby ordenar.
Las voces a su alrededor se empezaban a escuchar cada vez mas lejos. Las figuras eran borrosas. Aunque pudo distinguir a Newt cuando se acercó a ella y puso una mano en su rostro. Le estaba diciendo algo, pero no podía escucharlo.
De repente, una ola de calor pasó por todo su cuerpo y lo acompañaba un alivio. Todo el dolor que estaba sintiendo, desvaneció. ¿acaso estaba muriendo?
Antes de perder la conciencia, intentó decir algo.
"No quiero morir" murmuró.
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Correr o Morir // TMR: Newt FanFiction
FanfictionCharlotte llegó al área de una manera que nadie antes lo había hecho: desde el laberinto. ¿Quién era Charlotte? ¿Qué era lo que la hacía diferente? ¿Por qué era la única chica? Sin recuerdos, debe enfrentar los desafíos de sobrevivir en el área y...