CAPÍTULO TRES, Como el perro y el gato.

75 9 1
                                    

Era una hermosa noche en el castillo de Hyrule

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era una hermosa noche en el castillo de Hyrule...

La reina Violet se encontraba acunando a su pequeña princesa, Zelda Bosphoramus Hyrule.

Fue entonces cuando ésta pudo observar, como de la frente de su hija provenía una luz dorada en forma triangular

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Fue entonces cuando ésta pudo observar, como de la frente de su hija provenía una luz dorada en forma triangular...

Asustada, salió en búsqueda de su esposo Rhoam para comunicarle lo sucedido y así buscar juntos una explicación a la situación de su pequeña.

El rey, preocupado por su princesa, ordenó buscar al druida Amodeus, que vivía a las afueras de la aldea Hatelia.

Cinco días después, el viejo druida llegó al palacio para examinar a la princesa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cinco días después, el viejo druida llegó al palacio para examinar a la princesa.

Una vez la observó, se dio cuenta de que en ella se escondía una magia muy poderosa... Pues parte de la diosa Hylia, se había reencarnado en su ser junto con la diosa Nayru, la diosa de la sabiduría.

Se lo comunicó a los reyes, quienes quedaron muy sorprendidos. Pues no habían oído hablar de algo así desde hacía más de 100 años. Ya que en el pasado, la Diosa Hylia ya se había reencarnado en la familia real de Hyrule, a través de otra princesa.

Sin embargo, todas aquellas herederas directas femeninas de la Familia Real de Hyrule, disponían de un don. La reina Violet era capaz de escuchar las almas de aquellos ya fallecidos. Y la madre de ésta, tenía el poder de hablar con los animales...

Destinos entrelazadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora