Ahí estábamos otra vez viéndonos mientras nuestros ojos se conectaban.
Ahí estábamos tomadas de las manos mientras nuestros corazones latían desenfrenadamente.
Ahí estábamos no siendo conscientes del estrago que provocábamos en la otra, sin saber que nuestros corazones latían en la misma frecuencia, sin saber que ambas pensábamos lo mismo.
Siempre tan cerca pero a la vez tan lejanas, amándonos locamente en silencio pero con tantas ganas de gritarlo a los cuatro vientos.
Aun cuando la sociedad no aceptaba este amor que tan locamente nacía en nuestros corazones nosotras no nos rendimos tan fácilmente.
Los susurros incriminadores y los dedos señalando en nuestra dirección hacían del día a día tan difícil pero tan reconfortante al sentir su mano contra la mía.
Éramos como un girasol y su fuente de energía vital, el sol, siempre rondando una a la otra.
Nota de autora:
Es mi primer one-shot/historia así que espero que les guste.