Enfrentamientos

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Corrí al baño y me di una ducha, seque mi pelo, moldee mis rulos con algo de spray, me maquille y me vestí. Ya estaba lista para perder la cabeza otra vez, por lo que tome mi teléfono de la mesilla de noche y me atreví a marcar el número de Jason. En mi interior deseaba que no contestara, pero esa llamada sería el primer paso para enfrentar a mi pasado, debía lograrlo.

Al segundo tono contesto.

-Me extrañaste muñeca?- Nathan.

-Henderson! Quiero hablar con Jason- dije roja por la rabia.

-Nena, para ti soy Nath- dijo seductoramente. Lo odio -. Aparte podrías decirlo de un modo más dulce, no crees?

-Bien Nath –dije imitando el tono de Marie Lee –eres un maldito simio arrogante y si no quieres que decore tu rostro con un hermoso ojo morado dale el teléfono a jase –sexy y amenazador.

-Auch.

-Te va a doler si no le das el teléfono a mi primo idiota

-Okay ya se lo doy. Que agresiva- dijo ofendido.

-que hay?- pregunto Jase desde el otro lado del teléfono

-hola, hey podemos quedar hoy?- pregunte algo apenada

-depende, vas a salir corriendo como si no hubiese un mañana y me dejaras plantado otra vez? Porque déjame decirte que no soy un muto de Snow ni tampoco un maldito penitente que quiere devorar tu cabeza- había enfado en su voz.

-Lo siento, sé que quede como una idiota y quería compensarlo- dije apenada

-Jason, dile a Katniss Everdeen que si quiere compensarlo me convierta en su Peeta Mellark- dijo la irritante voz de Nathan.

-Idiota- dije casi en un susurro. Casi.

-puedo hacerte cambiar de opinión bebe- dijo el inútil

-perdona, tengo el teléfono en altavoz- se disculpó Jase –si te parece, ve a mi casa en una hora y podemos ver películas

-claro, me parece excelente. Adiós, te quiero.

-yo también enana- luego colgó.

**

Baje las escaleras y me encontré con Henrie que estaba encendiendo la X box, a su lado había una pila de películas de ciencia ficción

-Hola Magg!- dijo abrazándome.

-Hola Hen!- dije respondiendo a su abrazo –como te fue en la escuela?

-Bien, ya hice tres nuevos amigos, y a la salida fui con la abuela a tomar unos batidos en Starbucks

-Fabuloso! Pediste el batido de chocolate no es así?

-Me conoces bien hermana

-por algo soy tu hermana mayor no crees

Nos echamos a reír. Siempre tuve una excelente relación con Henrie, somos muy unidos, aunque como todo par de hermanos nos jugamos bromas.

-Magg, quieres ver “El Hobbit” conmigo?

-Lo siento, es que quede en encontrarme con Jase. Pero será la próxima Hen

-Claro, no hay problema- dijo mi hermanito dulce como siempre –antes de que te vayas, podemos hacer palomitas? Tú te llevas la mitad y to me quedo con el resto

-Como siempre, es una excelente idea

Nos dirigimos a la cocina, sacamos los ingredientes necesarios: manteca, maíz y azúcar, los pusimos en la máquina de palomitas y llenamos dos tarros grandes con ellas. En verdad lucían deliciosas, y olían todavía mejor.

Enfréntate al pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora