Unnie, sálvame

03

Al llegar a la escuela las chicas soltaron sus manos y se fueron a sus respectivos salones.

SoJung odiaba que estuvieran en el mismo año pero no en el mismo salón, a ella le gustaría estar en la misma clase de la pelinegra para así estar más tiempo con ella de alguna manera, y ella sabía perfectamente que solo quería mirarla durante las clases, “seguramente se vería linda estudiando”, era un pensamiento raro pero de todos modos lo pensaba. Ahí fue cuando SoJung entendió porque el destino no las puso en el mismo salón.

No sabía el porque, pero siempre le gustaba ver a la pelinegra hacer cualquier cosa cotidiana como caminar o comer, siempre se le queda viendo y empieza a creer que es un poco raro y que podría poner a EunBi un poco incómoda.

—¡SOJUNG!— Oyó el grito de YeWon y despertó de su pequeña ensoñación.

—Me asustaste— Definitivamente estaba dormida con los ojos abiertos. Ni siquiera se dio cuenta cuando llegó al salón y se sentó es su respectivo asiento.

—Te estaba llamando y no me hacías caso, estabas mirando hacia la nada.

—Lo siento, pero ahora dime que me querías decir.

—¿Por qué no has ido a mi casa a buscarme? Siempre nos íbamos juntas a la escuela.

La rubia la estaba mirando sin saber que responder, no le podía decir que iba a la escuela con otra chica, ella era muy celosa y no quería pelear ahora con ella. No sabía porque su amiga era así de celosa cuando se trataba de otras de sus amigas.

Pero al final se salvó del interrogatorio que seguramente le haría su mejor amiga, ya que llegó el profesor y empezó la clase.

Bueno, la rubia volvería a quedarse dormida con los ojos abiertos para así despistar al profesor, realmente no sabía como el profesor no se daba cuenta de que tenía una estudiante mirando al infinito. Cuando despertó de su gran ensoñación se dio cuenta de que el profesor había escrito algo en la pizarra y los demás alumnos se estaban levantando de sus asientos.

—¿Ya es la hora de salida?— la verdad estaba muy confundida y ni sabía cuanto tiempo había pasado desde que hablo con la castaña.

—¿Estás loca? Es recreo— la castaña estaba igual de confundida que ella, no entendía el comportamiento de su amiga, pero solo vio como la rubia se levantaba y salía rápidamente del salón.

SoJung iba a en busca de su nueva amiga, o si se le podía llamar amiga, para ella era algo raro la relación que ahora tenía con la pelinegra, pero le agradaba la idea de estar cerca de ella algunos minutos, le gustaba estar con EunBi y para ella eso era raro.

Llegó al patio trasero de la escuela y no estaba la pelinegra, como solía estar ahí todos los malditos días del año. Bueno, tendría que buscar la pelinegra en otro lado, pero ni siquiera tenía una idea de donde podría estar.

Camino por todo el patio del colegio, y como esperaba no está ahí. Hasta que recordó que EunBi era una chica que casi no le gustaba estar con muchas personas (o eso supuso por su forma de ser) y por eso siempre estaba en ese lugar del patio, entonces sino está ahí, seguramente esté en un lugar donde no hayan casi personas. ¡Perfecto! Ahora sería más fácil buscar.

Sabía que los lugares donde no había tantas personas en recreo era la biblioteca o el salón de música, solo eran dos lugares y no sería tan difícil, pero...no sabía si a la pelinegra le gustaba la música, pero tampoco sabía si le gustaba leer. Esto ya sería un dilema.

Decidió ir a la biblioteca y sino estaba allí simplemente iría a la sala de música. Mientras iba caminando hacia la biblioteca escuchó algo en la sala de música, así que se acercó y abrió un poco la puerta. Al abrir la puerta se vio con EunBi tocando el piano y cantando en voz baja.

Abrió completamente la puerta y aclaró la garganta para llamar su atención. Cosa que consiguió ya que EunBi la miró y le sonrió.

—No sabía que te gustaba tocar piano—la rubia se sentó a su lado y tomó la partitura que estaba antes estaba viendo la pelinegra.

—No es que me guste, es más una obligación—le quitó la partitura a su acompañante.

—¿Entonces por qué lo haces?

No hubo respuesta, solo hubo un silencio incómodo y eso le molestaba a la rubia, así que para romper el silencio tocó varias notas en el piano.

—¿Sabes tocar piano?—Preguntó la pelinegra.

—Solo sé tocar esta canción, pero me gusta más cantarla—EunBi empezó a tocar la canción en espera de que la rubia empezará a cantar.

—Canta—la rubia al principio quedó un poco confundida con la petición de EunBi, pero después de unos segundos empezó a cantar.

EunBi, nunca había escuchado una voz como la de SoJung. Era una voz muy hermosa y dulce, no sabía que alguien podía cantar más hermoso que las cantantes que normalmente escuchaba en la soledad de su cuarto.

Algunas veces pensaba que la rubia era perfecta, había pensado eso hasta antes de conocerla. Siempre pensó que era perfecta en cualquier cosa que hiciera, y parece que el mundo se lo quería recordar todos los días.

La pelinegra seguía tocando el piano y vio que SoJung se levantó y empezó a "bailar ballet". La verdad no dudaba ella sí supiera bailar ballet pero en ese momento se veía muy graciosa y no pudo evitar reír ante las acciones de la rubia.

Dejó de tocar el piano y solo veía como la rubia seguía bailando y tarareaba la canción que antes estaba tocando.

Sacó su celular dispuesta a grabar a SoJung, pero esta al darse cuenta de las intenciones de la pelinegra paro de grabar.

—Sin paparazzi, por favor—esto hizo que la pelinegro riera más fuerte y la siguiera grabando.

—¡Sigue! Entiende que el público te adora— la rubia al oír eso siguió bailando más enérgicamente que antes, haciendo que se casara más rápido.

—Apaga eso—se sentó de nuevo al lado de EunBi mientras respiraba agitadamente.

—Cantas y bailas muy lindo—dijo la pelinegra mientras apagaba el celular y lo guardaba en su bolsillo.

—Tú tocas muy lindo el piano, pero me gustó más escuchar otra cosa

—¿Qué cosa?

—Oírte reír—dijo la rubia mientras le acariciaba el cabello