INFANCIA/VERANO

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Louis, trece años

Harry, once años

HARRY.

"No quiero ir sin ti, por favor acompáñame" mi mejor amigo había insistido una y otra vez, realmente quería estar conmigo todo el tiempo. Y yo quería estar con él, Louis era divertido, gracioso, bueno y tierno. Lindo.

"Está bien, iré" vi su cara esperanzada mirándome desde donde se estaba cambiando, poniéndose unos shorts de deporte y una camiseta sin mangas. "Pero no haré boxeo, ni participaré. Adelantaré tarea mientras te espero a que termines" frunció un poco su ceño. Sonreí para que no pensara que me estaba obligando a acompañarlo al gimnasio. Él siempre se sentía así. Insistente. Y lo era, pero de la mejor manera. Me encantaba pasar tiempo con él.

"¡Genial! Pero, ¿puedo pedirte algo?" asentí rápidamente, demasiado rápido tal vez. Louis sonrió satisfecho. "Ponte estos" y me lanzó unos pantaloncillos muy cortos, de color amarillo. Arrugué la cara, estábamos en verano sí, pero yo no necesitaba cambiarme, no necesitaba mostrarme aún más a Louis.

"Sólo por si luego quieres hacer algo y no puedes porque tienes puesto ese jean" aclaró Louis levantando sus hombros, y yo no podía más que hacerle caso. Oh sí, me tenía en la palma de sus manos. Yo sabía que era muy afortunado al ser amigo de Louis Tomlinson. Él era querido por todos. Y además era mayor que yo, dos años para ser exactos. En la escuela las niñas nos miraban cuando compartíamos la hora de almuerzo juntos, y luego me hacían mil preguntas sobre cómo era él, cómo gustarle a él, cómo olía, cómo comía, qué le gustaba. La lista era interminable. Sabía el privilegio que yo poseía y por eso no quería perderlo. Haría todo por estar con Louis por siempre.

***

El gimnasio era un gigantesco galpón, con muchos elementos de boxeo y un ring en el centro. Estaba poblado con niños y jóvenes pegándoles a las bolsas colgadas de las columnas del lugar. También pegándose entre ellos. Louis llevaba sus guantes colgados en el hombro y cuando el entrenador lo llamó, se los colocó en cada una de sus manos y se subió al ring. A él no le gustaba tanto, prefería el fútbol, pero a su padre le gustaba que asistiera a este tipo de clases, así que él lo hacía.

Yo por otra parte me senté en la parte de atrás, cerca de una barra de madera postrada en la pared. Nunca había acompañado a Louis, así que no sabía para qué servían la mitad de las cosas que estaban en el establecimiento. Había un piano cerca también, pero no entendí qué hacía ese instrumento allí y lo dejé pasar. Me puse a hacer los ejercicios de Literatura mientras esperaba a que Louis terminara su turno en el ring.

Debo confesar: de vez en cuando levantaba la mirada de las hojas frente a mí y lo miraba. No sabía qué era, pero algo dentro de mí se movía. Mi pecho se sentía ligero, como si volara, mi corazón se aceleraba, como si estuviera corriendo. Siempre que lo observaba sin que él se diera cuenta, un sentimiento de calor me embargaba.

Más temprano que tarde el entrenamiento de Louis terminó, y me pidió que lo esperara a que se diera una rápida ducha. Le asentí y comencé a juntar mis apuntes para guardarlos en mi mochila. Comencé a escuchar risitas y miré hacia arriba.

Me encontré con un grupo de niñas de mi edad, todas en tutús blancos con medias rosadas, sus cabellos en rodetes tirantes y brillantes. Cuando me paré, se dieron cuenta de mi presencia y dejaron de cuchichear para observarme. Sentí el rubor subir por mis mejillas, mientras todas me miraban en silencio. No había ningún otro muchacho en el gimnasio, no en esta parte por lo menos.

Not Who We Used To Be // larry stylinson fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora