Santiago.
Deje de pensar por un momento en el asunto de Blair y Alison. Eso lo resolverían ellas después. Lara se había metido sin llamar y empeoro las cosas. Pero ya dejaría pasar eso y no me arruinaría la noche.
Mi chica de hoy y yo estábamos muy cómodos. Eric y Tiago estaban desaparecidos desde que se fueron Blair y Denise.
Luke también no lo había visto más y Jhon estaba con Anastasia.
Mas terreno para estar yo solo con Anny, de trago en trago ya nos estábamos calentando. Le tenía ganas, tanto como ella a mí.
Siempre se mordía la boca o se pasaba la lengua por los labios para mojarlos. Algo que me excitaba aún más.
De vez en cuando le tomaba la mano, le rozaba su cuello con mi nariz. Sin pudor alguno, sabía que todos a esta hora estaban igual en la disco. Buscando una presa.
No aguantamos más y nos besamos, mi mano paso por todo su cuerpo. Todo en el lugar estaba oscuro y lo único que alumbraba eran las luces de colores. Nadie podía notar algo.
–Vamos al baño. - me dijo como un susurro.
No espere más a sus palabras y no fue mucho para terminar en uno de los cubículos de baño.
Desesperados uno por el otro. Le quite las bragas en seguida. Sabía que estábamos haciendo mucho ruido y que nos escucharían. Pero no me importo nada. Probé cada una de sus partes mientras mis manos viajan una y otra vez por sus curvas.
Me bajo el cierre del pantalón y en seguida tomo mi extensión que sobresalía del bóxer. Y comenzó a hacer magia con su lengua. Esta chica era más traviesa de lo que pensaba.
Gemí, estaba disfrutándolo. La inste a seguir haciéndolo, pero no aguantaba más mis ganas de sumergirme en ella.
La pegue contra una de las paredes de la pequeña pieza que separaba un baño de otro.
Besándola, mi lengua estaba dentro de su boca. Saboreándola.
Ella gemía y decía mi nombre una y otra vez. Cuando ya era el momento y podía sentir su zona palpitante y humedad.
Tocaron la puerta.
–En los baños públicos no se tiene sexo. - Escuche del otro lado, era la misma voz que me daba dolores de cabeza desde hace como 4 semanas.
Anny se puso rojo y de inmediato se vistió.
La puerta se abrió y se encontraba Lara. Ahí cerca de la puerta.
La puta que la parió, pensé. Ya había pasado los límites.
Y otra vez se salía con la suya, Lara le hizo creer a Anny que era mi novia desde hace dos años y le había sido infiel con todo el mundo.
Anny me dio una bofetada y se fue. Dejándome ahí, solo con Lara.
Tuvimos una disputa. Mas fuerte que cualquiera. No me interesaba que fuera mujer. Ya Lara me tenía las pelotas moradas.
Estaba cansado.
Pero se escabullo de mis brazos mientras me amenazaba y se fue, perdiéndose entre las personas que bailan en la pista.
No la perdería hoy, la seguí.
Ya afuera, no la conseguía.
–Hoy no te saldrás con la tuya. - dije mientras la buscaba.
–LARA. - grite.
Grite una y otra vez. Mientras la buscaba en las afueras y alrededor de la disco.
Todos estaban adentro y las pocas personas que estaban afuera ni me notaron a pesar de estar gritando el nombre de Lara una y otra vez como un loco.
La conseguí atrás en un pequeño recinto de grama que tenía la disco.
Tal vez las personas venían a fumar sus porquerías aquí.
La tomé del hombro y la hice voltear de un jirón.
–No te vas a escapar hoy, me tienes cansado. - dije.
Ya me tenía harto. No quería más de sus jueguitos.
Lara tenía las facciones duras como piedra. Podía sentir que no le tenía miedo a nada ni siquiera a mí. Sus ojos brillaban.
Ni siquiera se intentó soltar de mi agarre.
–Que me harás? ¿Acaso me pegaras? Ya que te la das de muy hombrecito. Pues déjame decirte que aquí estoy. Dándote la cara porque no te tengo miedo inmaduro. - dijo segura de sí misma.
Mi mano se levantó.
–PEGAME PUES. - grito.
Pero su voz se quebró, no había notado que sus ojos estaban vidriosos.
–INMADURO QUE ESPERAS? No me digas que ahora tienes cargo de conciencia porque personas como tu NO LA TIENEN. - dijo más cerca de mi cara, su cabello ondulado estaba un poco desarreglado por la brisa. El delineador estaba regado.
Su nariz estaba roja y sus labios hinchados. Había estado llorando.
–Ya basta, no haré esto. ¿Eso es lo que quieres? Provocarme?- Pregunte.
No sabía porque hacia todo esto. Toda la rabia de hoy desvaneció. Pesar de que Lara había hecho mi día imposible.
Nunca seria capaz de golpear a una mujer así fuera Lara. Recapacite.
–Te odio, te odio, te odio. - Lara comenzó a pegarme en el pecho hasta que se quedó sin más, podía escuchar su voz llorosa.
Las lágrimas empezaron a caer, estaba llorando.
Puso su cabeza en mi pecho.
–Los hombres como tú.. son lo peor. - dijo sin aliento.
Y se quebró. Yo me quede ahí. No sabía cómo reaccionar a esta situación, sentía un torbellino de emociones dentro de mí.
–Santiago, que pasa aquí? - era Luke.
–Escuché los gritos y en seguida vine. - dijo el
Pero la cara de Luke cambió al ver a Lara llorando.
–Que le hiciste Santiago? - Pregunto.
–Yo no le hice nada. - Luke no me dejo terminar y me empujo a la grama.
–NO LA PUEDES DEJAR DE UNA PUTA VEZ EN PAZ. - Vocifero.
Luke estaba en serio molesto y ni sabia la razón de porqué.
–El no hizo nada Luke. - dijo Lara.
–Lara no digas eso, yo escuche todos los gritos. - dijo Luke.
Luke me agarro de la camisa, a pesar de ser un poco más bajo que yo, tenía fuerzas.
¿QUE COJONES PASABA CON LUKE?
–LUKE QUE CARRIZO TE PASA? - entonces me golpeo.
No hice nada, Lara tampoco hizo nada. No me quedaban las ganas suficientes para seguir peleando esta noche.
La peor noche de todas.
Lara y Luke se fueron, dejándome ahí.
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Aléjate o déjate llevar
Teen FictionLara y Santiago, muy diferentes pero al mismo tiempo tan iguales, con las mismas ganas de comerse al mundo. Lara es una chica fuera de lo común, desde su aspecto hasta su personalidad ruda y fuerte, chocara con Santiago al demostrar de verdad que un...