Ruben observo de lejos como un par de chicos estaban molestando a una niña, pero no cualquier niña, era su mejor amiga, Nieves. Los niños reían mientras destrozaban su lonche, gritándole palabras despectivas sobre su aspecto y críticas sobre el porqué llevaba una máscara todo el tiempo que tapara su cara. Pero llegó un punto en el que le colmaron la paciencia, observó como la empujaban con fuerza haciendo que la pobre niña cayera de golpe hacia atrás y se raspara soltando un quejido de dolor, lo pudo ver por la expresión en su rostro de igual forma, transmitía rabia y frustración porque sabía que no podía hacer nada.Cerró los puños con fuerza armándose de valor y camino hacia los chicos poniéndose enfrente de ellos, estos lo miraron confundido por unos segundos, pero lo que no se esperaban fue el golpe que soltó Rubén dándole justamente en la nariz del chico que empujó a Nieves, escuchándose un "crack" que indicaba que le había roto la nariz.
El chico lo miro con rabia y se lanzó a Rubén, comenzando una fuerte pelea entre los dos llamando la atención de todos, Nieves miraba la escena aterrada pero se levantó rápidamente alejándose un poco del lugar.
-¡Ruben basta! Detente... -Gritó Nieves intentando parar la pelea, pero Rubén simplemente no escuchaba, estaba cegado por la rabia, nadie se metía con su Nieves.
Todos miraban asombrados, aquel chico ya estaba en las últimas, y sus golpes los devolvía cada vez con menos fuerza, mientras que con Rubén pasaba todo lo contrario, los maestros aún no aparecían lo cual era bastante extraño ya que los demás alumnos habían formado un círculo al rededor de la pelea y no se diga de los gritos.
-¡Estoy bien Rubén! Estoy bien, por favor, para... -Hablo Nieves, dando su último intento para poder parar todo, sabía como se ponía Rubén cuando la tocaban, cambiaba completamente cuando siquiera se atrevían a mirar mal a alguien importante en su vida. Podría jurar que se convertía en otra persona. Ella y Mangel lo sabían.
Se preguntarán y Mangel ¿quien es? Bueno, para su corta edad Rubén jugaba todas las noches a las afueras del castillo dentro del frondoso bosque que rodeaba al mismo. A la mayoría del pueblo le aterraba salir de la zona de seguridad ya que los rumores de que varios mountros salían por las noches no eran solo cuentos o mitos, eran reales. Por eso el siempre salía con un escudo y su espada de piedra, escabulléndose entre la oscuridad de la noche.
Un día encontró un tronco de árbol ya bastante viejo en medio de lo que parecía ser una llanura iluminada por la luna misma, al rededor habían flores y pequeños animalitos que al momento de ver la pequeña figura de Rubén corrieron escabulléndose entre los arbustos y los grandes árboles, haciendo asustar un poco al pequeño Niño, bueno, más de lo que ya estaba.
Centró su atención nuevamente en aquel tronco caminando lentamente hacia el mismo, pero cuantos se dio cuenta que no había peligros cerca bajo la espada y se enderezó un poco, ya caminando hacina el tronco tranquilidad.
Al llegar busco si no había algún animal venenoso o tierra, pero sorprendentemente no tenía nada, estaba limpio, lo cual era raro ya que un tronco como ese ya debió estar acabado por las termitas o lleno de humedad, pero no. Cuando acabo de inspeccionarlo tomo asiento, sentándose de piernas cruzadas y dejando su espada junto con su escudo a un lado de él.
Se recostó con cuidado y miro las estrellas con atención "aquí se ven más brillantes y bonitas" pensó maravillado. Rubén era un niño que no le importaban las cosas materiales, con que le dieran algo pequeño lo admiraba de igual forma, solía ponerle más atención a las insignificantes cosas de la vida. Para el, cada cosa es única, al igual que las personas, aunque con estas hay que tener cuidado, cada una es como el cristal, cada palabra, cada acción, puede perjudicar grandemente a alguien, además de que nadie sabe con exactitud como es una persona, por más que pienses que la conoces, no es así.
Por eso hay que tener cuidado, hay cristales más fuertes que otros, eso si, pero no significa que no sientan. Puede que en el exterior sean valientes, o fuertes, transmitan poder, pero por dentro la mayoría de veces no es así. Por es siempre hay que tratar a la gente con amabilidad, no sabes por lo que alguien a pasado o está pasando.
Y en verdad todos merecen un héroe, alguien que los haga salir de las peores, que esté con ustedes en las buenas y en las malas y sobre todo, los haga sentir seguros y amados. Ya jamás estarían solos. La mayoría nombra a esas personas de muchas formas diferentes "almas gemelas", "soulmates", "media naranja" entre muchos otros, pero Rubén usaba el término héroe.
Esa misma noche antes de irse de regreso al pueblo, encontró grabadas unas letras, ¿como no lo pudo ver antes? Se preguntó. Agradeció saber leer, más o menos pero sabía, así que con un poco de esfuerzo pudo traducir lo que decía...
"Tal vez nadie lea esto
pero si alguien lo llega a leer...
¡Hola! mi nombre es Mangel, bueno ese es mi apodo,
no tengo muchos amigos, ¡pero soy divertido!
¿Te gustaría ser mi amigo?
Y si dices que no, ¡está bien! Lo entiendo
¡Ten bonito día!"Una sonrisa adorno su rostro, tomo su espada y con cuidado comenzó a tallar una respuesta "
"Ci, quiero ser tu amigo, mi nombre es Rubén, mucho gusto mangel"
Cuando termino, rezo a los dioses deseando que ese mensaje fuera reciente ya que si no fuera así, se lamentaría por años, por no haber llegado antes y que Mangel hubiera crecido decepcionado, no se lo perdonaría.
Desde ese día, todas las noches se comenzaron a escribir por medio de ese tronco, Rubén llegaba en la noche y Mangel al amanecer, y aunque nunca se han visto, se tiene un gran cariño, y la esperanza de conocerse más adelante.Pero volviendo a lo de la pelea, al momento de escuchar a Nieves gritar, se detuvo abruptamente y se levantó del regazo del pobre chico que estaba hecho bolita en el suelo, cubierto de sangre y al parecer con la nariz rota. Rubén le dio una última mirada antes de acercarse a Nieves y abrazarla con fuerza, la pequeña niña lloraba desconsolada en sus brazos.
-¡Rubén Doblas y Oliver, a dirección ahora mismo! -gritó su maestra de danza, haciéndoles pegar un salto del susto a los alumnos, empezando a esparcirse para llegar a sus respectivos salones. Estaban todos tan metidos en la pelea que casi nadie prestó atención al timbre.
Rubén y Nieves se separaron dedicándose una sonrisa tranquila. "Te veo en la salida..." susurro Nieves recibiendo un asentimiento de cabeza de parte de Rubén, dándose la vuelta para ir a dirección. El día apenas comenzaba.
Espero que les haya gustado el capítulo de hoy
Les deje una canción por si quieren escucharla.
Si están teniendo un mal día, y no tienen a quien contarle sus problemas
Aquí estoy, no están solos.
Y sobre todo vean a sus youtubers favoritos!Los quiere -A
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Soldier and King ||Rubegetta||
FanfictionDonde Ruben siempre quiso un héroe, pero este nunca llegó. Así que se convirtió en uno. Solo que las cosas cambiaron con su llegada a Karmaland.