La boda

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De regreso con los héroes:

Mario : Um ... bueno, en ese caso creo que deberiamos dejar de preocuparnos. Nada hara que le de mi sangre a esa loca voluntariamente.

Rosalina : Eso espero (voltea a ver el hotel) me sorprende que nadie se haya despertado.

Mario : Sera mejor así, odiaría explicarle esto a alguien. Ahora, volvamos a dormir (bosteza) que ya me esta entrando sueño.

Rosalina (bosteza también) : Sera lo mejor.

Rosalina alzó su varita al cielo y reconstruyó todo lo que se habia roto durante la batalla, tras lo que se desmayó debido al cansancio. Mario la atrapó antes de que tocara el suelo y la levantó, sosteniendola entre sus brazos. Él comenzó a caminar de vuelta al hotel, subió las gradas hasta su habitación, y al intentar abrirla no pudo.

Mario : Oh ... la cerre con llave ... y deje la llave adentro ... ¡Arrrrrrgh!

Mario, sabiendo que Rosalina podría reparar la puerta cuando ya estuviera más descansada, la dejó un momento apoyada en la pared y pateo la puerta, la cual cayó al suelo con un estrepitoso sonido. Mario volvió a cargar a Rosalina entre sus brazos y la dejó en la cama. Le quitó las sandalias y la acomodó en la misma. Ya cansado, él no tuvo tiempo de acomodarse y solo cayó de espaldas sobre la cama, durmiendose de inmediato.

Al día siguiente, sus amigos bajaron al lobby del hotel a disfrutar su último día en la isla. Todos iban hablando con Luigi y Daisy sobre su boda, pues ahora tenían todo el tiempo del mundo. Daisy, sospechando sobre lo que Mario y Rosalina habian hecho la noche anterior (no la pelea, lo otro) logró convencer a sus amigos de que no fueran a buscarlos.

Ya como a las 10 de la mañana, Rosalina fue la primera en comenzar a reaccionar. Sintió algo sobre sus piernas, y al alzar un poco la cabeza pudo ver que se trataba de Mario, quien estaba tirado sobre la cama. Aún estaba dormido, pues se podían oír sus ronquidos. Rosalina se restregó el rostro con las manos en un intento de despertar, pues el hambre que sentía ya la estaba afectando. Con cuidado se sentó en la cama y se quedó unos cuantos segundos viendo a Mario, preguntandose si debía despertarlo o no.

Ya no fue necesario responder a esa pregunta, pues Mario mismo comenzó a moverse, y luego de unos segundos comenzó a abrir los ojos. Las miradas de ambos se cruzaron, y por algún motivo se sonrieron, tras lo que comenzaron a reír cada vez más fuerte hasta terminar en una carcajada.

Mario (recuperando el aire) : Jejeje ... ay, por las estrellas ... me duele todo.

Rosalina : No eres el único ... ay, comienzo a sentir esos 10000 años sobre mi espalda jejeje.

Mario : Por mi no me movería ... pero tengo hambre. ¿Bajamos?

Rosalina : Sera lo mejor, porque yo también tengo hambre (voltea a ver a la puerta) ¿Que le pasó a la puerta?

Mario : Larga historia.

Ambos se levantaron luego de unos largos segundos de meditación, tras lo que se arreglaron usando la magia de Rosalina y luego bajaron a reunirse con sus amigos después de reparar la puerta. Al no encontrarlos en el lobby del hotel, ambos pasaron al restaurante a desayunar y luego fueron a la playa, esperando encontrar a los demás. Ya en la playa, sus amigos los vieron llegar, y Daisy salió a su encuentro pues estaba en la orilla de la playa para precisamente poder hablar con ellos sin la presencia de nadie más.

Encontrando el amor (Mario x Rosalina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora