✘Parte Única✘

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Inglaterra, castillo de Warwick, 01 de diciembre de 1604.

La brisa otoñal chocaba contra la piel de Jungkook, quien se encontraba tumbado sobre el húmedo césped mirando el cielo. No había podido dormir lo suficiente la noche anterior pensando en que volvería a ver a su hermano. Después de casi tres años, Jimin finalmente volvería a su hogar, razón por la cual Jungkook no podía evitar ser un manojo de nervios.

Jimin había sido enviado a cursar sus estudios universitarios a París por decisión de sus padres, quienes aseguraron que todo había sido por velar un futuro próspero para su hermano mayor. Sin embargo, Jungkook sabía que ninguna de estas razones era cierta. La única razón por la cual lo habían enviado lejos, era la misma por la cual lo habían dejado a él en el castillo de Warwick junto a ellos, usando la excusa de que era un joven demasiado débil y enfermo para enfrentar un viaje de esa magnitud. Dicha razón era, mantenerlos completamente alejados el uno del otro.

Durante su infancia, habían sido mucho más cercanos entre ellos que con el resto de sus hermanos. Cuando eran niños su cercanía no supuso un problema para nadie, nadie opinaba y nadie los juzgaba por absolutamente nada. Jungkook anhelaba volver a aquél entonces, pues le gustaba cuando era de esa manera. Sin embargo, todo cambió cuando comenzaron a volverse un poco mayores y entraron a la adolescencia.

Las personas eran menos tolerantes y más duras al momento de hablar y esparcir rumores, su relación comenzaba a verse más inadecuada y errónea para los demás, no era algo común y mucho menos normal que dos hermanos fueran tan unidos e íntimos. No era normal que existiera esa cercanía y esa complicidad de picardía entre dos hombres.

Jungkook y Jimin habían crecido rodeados de infinitos rumores sobre ellos, aunque poco afectaba en su relación, la verdad era que ellos jamás se habían tocado de una manera "Impropia" como todos creían. Ellos sabían que, aunque una parte de ellos lo quisiera, deseara o pensara en hacerlo, aquello era algo que estaba completamente mal y jamás sería aceptado.

Mirando al cielo, Jungkook pudo escuchar el bullicio que se ocasionaba por la llegada de caballos en pleno galope. Observó a los sirvientes, todos habían salido a recibir a los dos chicos que volvían a casa. Finalmente estaban ahí, sus dos hermanos habían vuelto. Jimin había vuelto. Jungkook sintió su corazón latir un poco más fuerte y el nudo que sentía hace un momento debido al nerviosismo, no hizo más que intensificarse. Se paró sobre sus rodillas y animosamente fue en busca de su hermano. Llegó al lugar y apretó con fuerza la fina tela blanca de su camisa cuando vio el primer par de pies tocar el suelo.

Jimin fue el primero en bajar del carruaje. Sus ropas negras y su cabello negro hacían resaltar sus ojos grises más que nunca, su piel se veía mucho más pálida de lo que Jungkook recordaba que era y también había crecido, su estatura había aumentado considerablemente, aunque a simple vista pudo notar que no era más alto que él. Sus mejillas regordetas ya no estaban, en su lugar tenía unos pómulos marcados y definidos. Seguía siendo delgado, aunque ahora no lucía como un flacucho sin gracia, ahora lucía delgadamente atlético. Jungkook al mirarle sintió una sensación que no pudo descifrar para sí mismo. Su incomodidad se hizo presente y decidió huir rápidamente del lugar. Aceleró sus pasos hasta llegar a una de las abandonadas recámaras a lo alto del castillo y cerró la puerta tras él. Pasaron alrededor de cinco minutos cuando sintió a alguien más entrar. Jimin lo había seguido, como supuso que lo haría.

—Pensé que te alegrarías de verme, Jung —Jimin habló cerrando la puerta—. Pensé que harías algo así como correr a mis brazos, no que huirías apenas bajara y cruzáramos miradas.

—Me sentí un poco mareado. Lamento si fue ofensivo de mi parte, hermano. Solo no pensé que fuera adecuado recibirlo en dichas condiciones, usted merece un recibimiento más digno.

FORBIDDEN ミ One shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora