T.O.W.I.L. Desire Of Freedom.

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Comenten por el bello inicio de este fic.

De los comentarios dependerán las
actualizaciones.

Las clases estaban por terminar. Y yo, estoy harto de verdad.

Quiero decir es viernes.

Miré mi libreta, la fecha de aquel cálido septiembre de 1954. En verdad, cálido.

Mi chaqueta se miraba increíble hoy, pero la tuve que quitar, si no, iba a sudar y arruinar mi imagen.

Veo al frente a Minjae y a Yugyeom lanzarse bolitas de papel. Idiotas. Esos son mis amigos.

Mordí el palillo que tenía entre mis dientes, una costumbre mía. Deseando que los minutos pasaran pronto. Quiero ir a casa.

Giré mi cabeza, encontrandome con aquel castañito.

Era tan raro, tiene la pinta y el potencial de estar con nosotros, los populares.

Pero siempre está allí con las chicas.

Ahora mismo, aquella pelinegra que conocía como Nayeon, le pasaba un papelito, sin que la profesora se diera cuenta.

El abrió el papelito y le sonrió a la pelinegra. Seguro hablaban de una noche candente.

Era diferente porque, quiero decir, Kim, viste como nosotros pero deja su cabello caer sobre su frente. Y en ocasiones le coloca colores en algunos mechones.

Es lindo, pero extraño.

Parpadeé notando que, bueno, ya era terminaba la clase.

-¿Jungkook? - me llamó uno de mis amigos. - Iremos al Roll and Shake. ¿Te apuntas? -

Suspiré. No. No quería ir.

-Tal vez les alcance allá. Quiero ejercitarme. Ya sabes. - mentí.

-Vamos viejo, iremos por unas malteadas a cazar muñecas. - dijo el rizado a mi lado.

Miraron sugerentes detras, las chicas rodeando la banca del castañito. Quien había dicho algo que las hizo reír.

-Ese Kim es muy suertudo con las chicas. Siempre están detrás de él. - mencionó Jae.

- Quizá debamos pedirle consejos. - bromeé sin mucha gracia.

Mis amigos rieron y chocaron sus puños.

-anímate Jeon, es sólo una malteada. - dijo Minhyuk.

Rodé los ojos. No me dejarían escapar.

-Hola preciosa. - saludó Daniel a una de las chicas. Quien rió tapando su rostro con un cuaderno.

Las demás chicas se miraron entre sí, con sus rulitos y flecos redondeados.

Eran tan preciosas. Pero ninguna lo suficiente aún. Llegaría la indicada que me moviera el piso.

El castaño sonrió hacia nosotros. Observando el cortejo de mi amigo y la lacia.

-Iremos al Roll and shake. ¿Vendrán? - dijo peinando sus cabellos hacia atrás.

Algunas me sonrieron. Yo sólo les guiñé el ojo. Y ellas sonrojadas murmuraban nerviosas.

-Si, queremos tomar malteadas. Iremos todos. - dijo señalando a su grupo.

Todos, incluyendo Kim, a sintieron.

Aquel castañito me miró, como lo había hecho con todos con una sonrisa. Estirandola más cuando cruzamos miradas.