Trato de recordar ese instante. Ese instante en el que todo se rompió y vi la realidad por primera vez... En el momento en el que perdí todo entusiasmo...
Y no lo veo, je. Otro recuerdo borrado, calcinado y perdido entre las sombras brumosas de mi cerebro, masa inservible de neuronas. Rey de mis desgracias.
Si este tan solo dejase de percibir la realidad ... Si tan solo se pudiese perder entre todas esas brumas grises y corroídas. Si tan solo, yo pudiese olvidar y volver a nacer.
Pero eso sería demasiado cobarde, hasta para mi, que mi principal característica es la cobardía, siempre oculto bajo las faldas de la máscara que muestro al mundo, mundo corrupto de máscaras andantes.
Estoy harto, harto de perderme entre mis Delirios más profundos, harto de no saber distinguir la realidad de mi amada ficción... Ya no sé si lo que veo es o no real, ya no sé si soy real, si solo soy una eterna ilusión... Si, directamente, soy algo... ¿Qué soy?... Los adolescentes de mi edad buscan una identidad, lo veo en sus rostros, sus ojos brillantes, sus sonrisas y sus lágrimas... Y yo, entre toda esa multitud de desperdigados, sé sin saber, quién soy. Miro mis manos, en busca de respuestas a mis preguntas, y me encuentro con el cuerpo de otra persona, ¿Qué es esto?... ¿Qué soy?... ¿Quién soy?... Me siento un monstruo atrapado, la sangre me fluye rápido, siento ira, y dolor. Pero sobre todo miedo, me alejo de la gente : no soy bienvenido. Y también lo hago por mí mismo: no quiero herir a nadie. No quiero ser herido.
Ya no estoy mirando a la gente, estoy frente a un espejo, mi rostro es normal, lo observo con cautela. Con pánico. Fijo mi mirada en los ojos somnolientos del reflejo.
Rojo.
Miro, abstraído, ese rojo sangre que desprenden mis pupilas : "Soy un monstruo", pienso, y sonrío, y esa sonrisa pasa a ser una risa desesperada "Soy un monstruo". Y me lo creo. Y lo disfruto, saboreo el placer de sentirme muerto por dentro, de sentirme destrozado. Ya no soy yo. Ya no soy nadie... ¿Qué soy?, a veces me pregunto si debí nacer animal. Para seguir mis instintos cazadores sin miedo, pero nací persona, y mis instintos son algo demasiado bajo como para caer.
Soy un monstruo.
Un monstruo escondido, cubierto entre vendajes, un monstruo que suspira por la sangre, que desea tenerla consigo... Pero tengo miedo.¿Qué soy?...
Miedo.
Sé que tengo miedo.
¿Qué soy?.
Un Monstruo. Dice aquella voz oscura.
Y tiemblo... Ya no sé que hacer y clavo las uñas en mis mejillas... Tengo miedo. Me abrazo las piernas. Tengo miedo. Soy un monstruo. Tengo miedo... Y estoy muy solo... Miro a la muchedumbre. Y se ríen. Se ríen y yo me mantengo en silencio, porque tengo miedo. Y camino, sabiendo que soy un monstruo, y camino, y ellos no se dan cuenta de lo que soy. Me van a descubrir. Lo veo en sus ojos. Aprieto los puños y camino más rápido... Huelo su sangre, y me reprimo. Quiero terminar con sus miradas y con sus risas. Pero tengo miedo. Así que no lo hago, llego al otro lado y respiro, aún tengo ese olor clavado y ese pánico atado, pero ya están lejos. No me miran. Y mis instintos se calman.Soy un monstruo.
"Los árboles a veces también mentimos, yo lo he hecho, y no me siento orgulloso."
— Pieresech . —