La alarma de su celular lo hace despertar dando un pequeño salto. El castaño se reincorpora en la esquina de su cama, retira con su mano la saliva que cayó de su boca cuando dormía y bosteza. Se restira hasta que su columna hace un ligero crujido y se levanta para caminar hasta su baño.
Estando frente al espejo que está encima de su lavabo, se mira fijamente y ríe.
—Das asco, idiota— le habla a su reflejo.
Se enjuaga la cara con agua fría y remoja un poco su cabello. Se mira nuevamente al espejo, piensa unos pocos segundos, y mira la hora en su reloj de mano.
—Nueve y media de la mañana— susurra, corbura un momento y abre grande los ojos—. ¡Mierda, el almuerzo!
Corre hasta su guardaropa y se viste con lo primero que encuentra: unos pantalones grises holgados, camiseta blanca sin estampado y unos tenis grises. Corre hasta el espejo de su tocador, se cepilla el cabello rapidamente y luego lo alborota para no verse como un niño bueno.
Revisa que no haya algo en sus dientes y corre hasta la cafetería donde tendrá el almuerzo con sus novias. Sí, sí, "novias". ¿Qué? ¿Están en contra del Poliamor? Uch, ya no encuentran de qué quejarse, mamones.
La cafetería a la que debe llegar no está tan alejada de su casa, sólo debe correr para llegar antes de que tenga que hacer otra orgía forzada. Cada vez que algo le disgusta a una de sus novias, hay un castigo. Lo peor es que la mayoría de las veces es relacionado con algo sexual.
Sus tres novias no toleran que las reglas del acuerdo no se cumplan. Sí, también hubo un acuerdo, él debe seguir las reglas que ellas le imponen, y lo ama. Así es, él es... masoquista. Pero últimamente, le falta algo más, algo nuevo, quizás otra PC.
Corre unos pocos metros más, y por fin llega a su destino. Entra al lugar y divisa a sus tres bellas chicas sentadas en una mesa de las más alejadas y cerca del gran cristal que da una vista excelente hacia la calle.
Suspira, pasa su mano por su cuello y comienza a caminar hasta donde están las tres chicas. Dos de las chicas están de espaldas a él y una de ellas está sentada frente a ellas.
—Seguro que están planeando la manera en la que me meterán un pepino por el ano— susurra para él mismo.
Al llegar a la mesa, la rubia es la primera en darse cuenta que está ahí.
—Amor, llegaste— dice la rubia de ojos azules con una gran sonrisa marcada en los labios, ella es Jenna Elizabeth Black.
Las otras dos chicas giran su cabeza y divisan al chico castaño.
—Que lindo es ver tu rostro— dice la peliroja, ella es Deborah Ryan.
—Tus cejas rosadas son lindas— habla la medio-teñida, ella es Melanie Adelle Martínez Vargas.
Esas tres mujeres no son estables mentalmente. Que sus personalidades no te engañen, literalmente son bipolares. Para mis Otakus: son Yanderes.
—¿Ya nos explicarás la razón de ésta hora de llegada?— pregunta la rubia sin borrar la sonrisa de su cara.
—Me regañarán si pongo por excusa la alarma nuevamente— responde el castaño.
Las tres chicas lo fulminan con la mirada. Oh, no, aquí viene su nombre completo.
—Tyler Robert Joseph— lo nombra Melanie.
Ahora viene el justificante de su castigo.
—Tú sabes que no nos gustan las excusas, queremos la verdad— explica Jenna.
Y por último, el castigo de hoy.
—Así que, hoy tendremos una pijamada con unas amigas en tu casa— avisa Debby.
Mierda, la orgía forzada sería preferible. Las mujeres son un desastre en las pijamadas, no conocen el respeto y valor de las cosas en esos momentos.
—Está bien— acepta el castaño.
Las chicas celebran con un pequeño grito al unísono. Él se limita a sonreir. Las tres chicas se sientan en la misma dirección dejando un espacio libre para que el castaño pueda estar frente a ellas.
—Bueno, ordenémos el almuerzo— dice el castaño con los codos sobre la mesa.
—No, no. Nosotras decidiremos por tí, Tyjo.
—Muy bien, pero terminemos rápido, por favor. Tengo que comenzar un stream en una hora, y prometí que duraría doce horas.
—Ningún stream es más importante que pasar tiempo con tus chicas, cállate— regaña la rubia.
El castaño se limita a asentir con la cabeza. Ser controlado por chicas es peligroso, con un asesino a sueldo se sentiría menos intimidado.
Una rutina de grabarse frente a una cámara, despilfarrar su dinero en mercancía freaky, sexo consensuado o forzado con tres chicas cada vez que se lo piden y tener una disputa con su miembro difícil de complacer. Ser Tyler es algo raro.
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(ésto indicará que el siguiente capítulo es narrado en el mismo día)
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BJ ALIEN | joshler.
ФанфикMuchas de las veces, nos aconsejan que debemos encontrar el amor para entender la felicidad. Pero, ¿y si no sabemos definir la palabra amor? ¿Acaso se puede estar enamorado de una persona que no conoces? ¿Puedes estar enamorado de una persona detrá...