SEX AND FRIENDS

Regalo de Cumpleaños

Lewis

— Aquí tienes —se acercó el chico rubio, con un frasco en su mano que contenía unas pastillas blancas.

— Yo no creo que sea necesario —respondí, negándome a recibir el frasco.

— Vamos, es sólo un pequeño estímulo por si intentas echarte para atrás —comentó sonriendo, dando una palmadita en mi hombro.

El joven con sonrisa encantadora a mi lado, es uno de mis mejores amigos. Todo el mundo lo conoce por ser el jugador estrella en la Preparatoria Howling, además por ser el heredero de la fortuna Monnety ya que es hijo único.

— Ok, todo está listo para mañana en la noche —entró Michael a la cocina, colgando la llamada en su teléfono.

El pelinegro más codiciado de la ciudad de Garret, por tener literalmente la vida solucionada desde que era un bebe. No solo por estar comprometido desde la cuna, sino por ser futuro dueño de la empresa de sus padres, los Perri.

— Chicos, yo... yo no estoy completamente seguro de hacer esto — hice una mueca y rasqué mi nuca nervioso.

Luego estoy yo. El primogénito de los Woods, los dueños de toda esta gran ciudad y no estoy exagerando.

— Considéralo tu regalo de cumpleaños —sonrió mi pelinegro amigo, poniendo uno de sus brazos alrededor de mis hombros, y despeinando mi cabello con su mano libre. Ocasionando que me encorve casi a la altura de mi cintura, Michael es más bajo que yo... por mucho.

— Hoy cumples la mayoría de edad y vamos a celebrar que por fin sacaras a pasear a tu amigo en medio de las piernas —chilló Adam emocionado, señalando el área mencionada.

Cabe mencionar que cumplo 18 años y la tragedia del siglo es que... sigo siendo virgen. Aunque eso nadie lo sabe, solo mis mejores amigos de la infancia y mi mejor amiga.

Teniendo sangre Woods corriendo por mis venas, la belleza está a flor de piel, entonces el físico no es un impedimento para poder estar con cualquier chica. Mi maldición es... mi timidez y el estúpido tic de tartamudear al estar nervioso. Así que mejor evito situaciones comprometedoras.

— Chicos agradezco mucho su esfuerzo, pero me siento bien conmigo mismo, no necesito a una trabajadora sexual —como si fuera poco, ellos me habían agendado una cita en un prostíbulo.

Ambos me miraron serios. Esta decidido y no van a cambiar de opinión.

No puedo escapar.

— Créeme que luego nos lo vas a agradecer —concluyo Michael guiñando un ojo.

...

Llegamos al lugar de la fiesta, un antro muy prestigioso y reservado solo para nosotros. La música y el olor a alcohol inundaba el lugar.

— El cumpleañero ya está aquí —escuche que gritaron a mis espaldas, voltee para ver de quien se trataba.

Lo siguiente que sentí fue, un pequeño cuerpo enrollarse con el mío en un abrazo y un casto beso en mis labios.

— Feliz cumpleaños —gritó prácticamente en mi cara a causa de lo fuerte que estaba la música.

Se trataba de Rachel mi mejor amiga. Estaba frente a mí con una sonrisa esplendida, para ella era normal este tipo de demostraciones públicas de cariño. No es gran cosa así que trato de no darle tanta importancia.

— Gracias —sonreí sin mostrar los dientes y coloqué uno de sus mechones rojos tras su oreja.

— Vengan chicos, sus bebidas están listas para iniciar la noche — señaló la mesa que se encontraba llena de shots.