Holaaaa, ya vine con el nuevo capi. Ya por fin sabrán que ocurrió con Xanxus y Squalo, además de otros detallitos si el título les dice algo jeje. Bueno estoy profundamente agradecida con quienes siguen el fic, sin más preámbulo les dejo la actu!
-Décimo –dijo Gokudera sorprendido.
-Acabo de enterarme, lo siento Squalo –dijo incómodo ya que sabía que el peliblanco odiaba ser visto con lástima o cualquier rastro que indicara que era débil, apenas si se volteó a verlo asintiendo con la cabeza.
-Squ-chan no puedes seguir así, debes hablar con el Jefe y –se detuvó de inmediato al sentir que el aura asesina de su capitán amenazaba con salir.
-Vongola, solo hay una cosa por hacer que me sacará de este patético estado –Squalo se irguió mirando fijamente a Tsuna.
-Dímelo
-Misión o misiones, necesito liberar estrés. Dame lo mejor que tengas, iré solo
-¡Qué te pasa idiota, no estás en condiciones! –gritó enfadado Gokudera y a la vez preocupado.
-Gokudera-kun guarda silencio, entiendo a Squalo y tal vez tiene razón. Está bien capitán estratega Varia puedes salir de misión, irás solo pero si necesitas refuerzos no dudes en pedirlos.
-Te lo aseguro, no será necesario –discutió los detalles de la misión de exterminar a una familia pequeña que se había formado con previos trabajadores de Vongola, es decir traidores que querían derrumbar a la familia principal. Tenían buen nivel de combate así que Squalo podría entretenerse bastante bien.
Salió del lugar para prepararse no sin antes sacar la mayoría de sus pertenencias de la habitación que compartía con Xanxus, le daba repulsión estar allí así que intentó hacerlo lo más rápido posible. Seguramente aquel estúpido seguiría pendiente de Aki, solo ese pensamiento le hirvió la sangre así se apresuró y en menos de dos horas estaba en el escondite secreto de aquellas escorias. Por lo general Squalo cuidaba bastante su cabello a la hora de pelear, luego de interminables horas en la ducha quitándose la sangre había aprendido a luchar con el cabello atado o incluso suelto pero siendo más ágil para que aquel líquido rojo que expedían sus enemigos al ser cortados por su espada no se filtrara en su preciosa cabellera. Esta noche eso no le importaba en lo más mínimo porque aquellas acciones estúpidas solo las hacía por Xanxus, es más tenía ganas de hasta cortarse su larga melena pero había reprimido su deseo al estar con Lussuria y los demás presentes.
La lluvia caía intensamente sobre su rostro, su ira estaba en altos niveles hasta que por fin pudo canalizar todo en asesinar enemigos, su espada cortaba a diestra y siniestra, sin escuchar las súplicas de piedad. Incluso estaba peleando mano a mano solo porque imaginaba que todos eran aquel muchacho de ojos azules que había arruinado todo y peor que su amante lo dejara por él. Su risa maniática se escuchaba por todo el lugar, se encontraba peleando con un digno oponente hasta que le atravesó directamente al corazón.
-Nada mal, con algo de entrenamiento no habrías terminado así –dijo pateando el cadáver poniéndolo junto con la larga pila de ellos en una esquina. -¿Quién sigue? –decía relamiéndose.
Por supuesto que las escorias habían llamado a más refuerzos, en un momento Squalo se veía rodeado de 20 sujetos dispuestos a matar. Aquello solo le motivó más haciendo gala de su espada rebanando diferentes extremidades hasta que solo se escuchaba los fuertes truenos provocados por aquel infernal clima y erguido entre muchos cuerpos humanos desbaratados estaba Squalo, la sangre impregnada en todo su uniforme de Varia, su platinado cabello cubierto por la misma mientras que la lluvia caía sobre él. Empezaba a caminar cuando sintió la presencia de alguien más uno de esos sujetos se había levantado y osaba tocar su cabello, queriendo doblegarlo. Squalo estaba más que dispuesto a arrancarle el brazo aunque se llevara a los considerables mechones que este sujetaba, iba a dar su movimiento cuando un inconfundible disparo acabó con la vida del infeliz.
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Nuestro complicado y loco amor
FanfictionTsuna y Kyoya están comprometidos desde niños gracias a un acuerdo entre la Famiglia Vongola y la Familia Hibari. Pero el pelinegro de orbes azul metálico no puede soportar la idea de estar amarrado a un herbívoro inútil que solo le provoca asco...