Encontrando el amor (Mario x Rosalina)

Seremos una familia

Los días fueron pasando con normalidad luego de la boda entre Luigi y Daisy, quienes se fueron dos semanas de luna de miel. Durante ese tiempo, Mario se dedicó a intentar encontrar el escondite de Lana, pero no importaba que tan bien buscara, no la encontró por ningún lado. Incluso Rosalina era incapaz de rastrearla mediante su magia. Y en cuanto a los enviados de Lana, no lograban tener la oportunidad de atacar a Mario, pues rara vez salía del observatorio, lugar en donde hacer un ataque sería una misión fallida desde el inicio.

Eventualmente, llegó el día en que Luigi y Daisy regresarían a su casa, y con ayuda de Peach (quien tiene una llave para entrar al castillo) todo el grupo se dedicó a hacerles una fiesta sorpresa. Una vez que lo tuvieron todo listo, apagaron las luces y se escondieron.

Se comenzó a oír el sonido de la puerta al abrirse, seguido de un fuerte ruido de golpe, como de un objeto pesado chocando contra el suelo. Todos siguieron donde estaban, y pronto escucharon el sonido de un objeto siendo arrastrado por el suelo, un sonido bastante molesto, por cierto.

Luigi (entrando a la habitación donde todos estan) : Ya ... ya no ... puedo más.

Se escuchó el ruido de algo cayendo al suelo, o bueno, de alguien. Yoshi, quien estaba cerca de un interruptor de luz, decidió encender la luz, revelando así la escena ante todos. Luigi se había caído al suelo justo enfrente de dos enormes maletas, las cuales venía arrastrando. Todos se quedaron bastante confundidos, y unos segundos después, Daisy entró a la habitación.

Daisy (desde fuera) : ¿Sweety, que fue ese ruido? No me digas que te volviste a cansar llevando las maletas, que es solo ropa, no puedo creer que pesen tanto (entra a la habitación) ¡Ahhhh! ... ¡Chicos, no me peguen esos sustos!

Luigi se volteo al escuchar el grito de su esposa, sorprendiendose de verlos a todos allí. Aunque debido a su cansancio, no se sorprendio tanto.

Peach : Perdón por no avisar, pero creí que sería divertido prepararles una pequeña fiesta sorpresa por su regreso.

Erick : Si este tipo de maltrato es el que se gana al estar casado, no cuenten conmigo.

Mario : Creeme, ella ya lo trataba así incluso desde que eran solo amigos.

Daisy : Bien, primero, gracias por la iniciativa de la bienvenida, lo aprecio mucho. Y ahora, él se ofreció a llevar las maletas. Que no se haga el fuerte si después no va a poder con ellas.

Mario : Sentiría pena por mi hermano si no fuera porque estoy seguro de que hay un universo allí afuera donde Daisy es inlcuso más mandona y terca que en este, y siento pena por el alma del pobre desgraciado que se haya casado con ella allí.

Daisy : Escuche eso Mario.

Mario : Esa era la idea.

Mario se agachó y levantó a su hermano del suelo.

Daisy : ¿Sabes Mario? Yo tengo más curiosidad por tus otras versiones que por las mías. Porque es muy probable también que alla una versión tuya super asustadiza y sumisa, que hace todo lo que los demás le dicen y prácticamente funciona de alfombra para los demás. Eso sí que sería divertido de ver.

Mario : Pues ... tienes razón. Digo, hace unas semanas me entere que existe una versión mía que se enamoró de la loca que quiere matarme, así que ya nada me puede sorprender. Bueno, solo dos cosas más pueden sorprenderme: una versión tuya que sea super afeminada y haga todo lo que su pareja le diga sin rechistar, y el universo donde ambos nos enamoramos. Me pregunto como seran nuestras personalidades ... y quien sera el que manda.

Daisy : Eso sí sería interesante averiguarlo, aunque estoy segura de que yo mandaría.

Luigi : Oigan ... ¿pueden dejar de discutir sobre eso cuando yo estoy presente?