🄲🅄🄰🅃🅁🄾

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SeokJin estaba preocupado, su bonito jefe había estado ausente desde hacía tres días y el trabajo no era igual sin él, se torturaba pensando que quizás se había tomado esa semana para estar con su prometido.

Su corazón dolía.

Tampoco se atrevía a llamarlo, no quería interrumpir, pero grande fue su sorpresa cuando fue su jefe quién lo llamó.

TaeHyungie. –Contestó con angustia. — ¿Cómo estás?

SeokJin. –Respondió, su voz era apenas audible. —Necesito verte.

El corazón del castaño se aceleró, el dolor en voz de su amado fue palpable y eso le hizo pensar lo peor.

Claro que sí, en seguida voy.








—Claro que sí, en seguida voy

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Después de teclear la dirección que no era la del departamento de su jefe, Kim se apresuró a llegar, al cabo de una hora estaba frente a uno de los edificios más lujosos de Seúl.

Ahí, en la entrada, visualizó a la pareja de su jefe peleando con el guardia.

Joven Park. –Le llamó.

— ¡Kim! ¡Ay gracias al cielo! –El rubio lo tomó del brazo y se acercó al guardia. —Él viene al mismo lugar que yo, puede dar fe que soy el cuñado del dueño de este departamento. ¿Verdad, SeokJin?

La mirada que recibió por parte del mayor le dejó en claro que debía seguir su juego. 

Así es señor, soy Kim SeokJin. –Respondió con timidez.

El guardia respiró molesto, revisó y en efecto, ese nombre estaba ahí como una pronta visita, así que para evitar mayor escándalo los dejó pasar.

Ya estando de camino en el ascensor, el ambiente se sentía tenso, y Jin podía sentir la escrutadora mirada del mayor sobre él.

Al llegar al departamento Kim, Park se apresuró a tocar el timbre.

La puerta se abrió y un NamJoon molestó salió.

Creí haberte prohibido la llegada a mi hogar. –Gruñó.

Mi futuro esposo está aquí.

Fue lo único que dijo y se adentró al lugar hecho una fiera, encontró a su prometido siendo abrazado y acariciado por el esposo de NamJoon.

Vaya, veo que no pierdes tiempo. –Dijo con amargura.

Tae abrió sus ojos un poco hinchados al escuchar esa repugnante voz, encontrándose con la persona que más odiaba ahora.

Vete. –Espetó sin salir de los brazos del pelinegro.

No me iré sin ti. -Los otros dos, entraron en la habitación y fueron testigos de la discusión de la -aún- pareja.

Vete con tu amante. –Siguió en tono tranquilo.

No tengo ningún amante, no sé de donde sacas eso, Tae. –Dijo nervioso.

Te vi. –Respondió, sus ojos se llenaron de lágrimas. —No seas hipócrita y admítelo. –Se levantó de golpe haciendo brincar a los presentes. — ¡Vi como ese tipo rubio te follaba como sólo lo hacen las malditas prostitutas! –Le gritó enfadado. — ¡Vete de aquí! ¡No quiero volver a verte nunca!

N-no Tae... Tú no... Tú no... -Estaba al borde de la histeria. — ¡Tú no puedes dejarme! –Le gritó fuera de sí.

Claro que puedo. Lo nuestro se terminó. Echaste a la basura años de una relación bonita sólo por un par de horas de placer. Así que vete, vete lejos de mí porque esto, Park. –Lo apuntó con su dedo índice. —Esto jamás te lo voy a perdonar.

Salió de la habitación, tomando de la mano a Jin que se sorprendió por tal acción.

Al estar a solas, el mayor rompió a llorar, SeokJin se apresuró y lo consoló, en sus brazos se acurrucó y el azabache trató de calmar a su adolorido corazón.

Pasado el tiempo, la pareja yacía sobre la cama, abrazados y compartiendo caricias inocentes.

Tú no me dejes Jinnie, no lo voy a soportar. –Gimió dolorosamente, ocultando su rostro en el hueco del pálido cuello de su donsaeng.

No Tae. Te amo demasiado como para hacer semejante idiotez. –Contestó con cariño.

Segundos después se dio cuenta de lo que dijo y se arrepintió al notar lo tenso que se puso el castaño.

El silencio que reinó por varios minutos obligó al más pequeño a disculparse.

Y-yo no quise, no... -Se calló abruptamente al sentir un par de labios, suaves y dulces acariciar los suyos.

Su corazón palpitaba desenfrenado y sentía que andaba por las nubes, su jefe lo estaba besando, tal vez no en la mejor de las condiciones pero por fin podía degustar esa boca deliciosa.

Podemos hablar de nuestros sentimientos después. Por el momento sólo durmamos. -Dijo TaeHyung y ambos cayeron en brazos de Morfeo instantes después.

Cada uno con un similar deseo en su corazón.

↬ʀᴇᴍᴇᴅʏ🌻 [ᴛᴀᴇᴊɪɴ ᴠᴇʀ.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora