El celo del bosque

Los conflictos del primogénito

Madara nació fuerte y sano un 24 de diciembre, sobrevivió al invierno y a pesar de la poca comida disponible por la guerra, fue recibido con una calurosa fiesta por la gente de su clan.
Pasó poco tiempo antes de que si vida se iluminara otra vez con el nacimiento de su hermanito Izuna, entonces mientras su vida y corazón se llenaban de un intenso amor, empezaron los problemas.
Parecía que el amor que desmostraba a su familia era directamente proporcional al rechazo que los ancianos le tenían. Él no entendía por qué, pero a su parecer podrían irse al carajo.
No fue hasta que cumplió 11 años que entendió lo que pasaba​. Ese invierno se presentó por primera vez como Omega.
Recibió todo el apoyo que sus padres pudieron darle. Incluso hicieron que Izuna tuviera una piyamada de una semana con sus primos para que él no se avergonzará por que su hermanito pudiera oírlo satisfacer sus necesidades.
Lamentablemente el siguiente invierno, mientras todos los uchihas sexualmente maduros tenían su celo, el de Madara no vino, ni ese ni ningún otro año más.
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Los ancianos se sentían asqueados ante la idea de ser dirigidos por un Omega, menos aún por uno claramente infértil. Cómo no era capaz de dar un heredero rompería la cadena de mando que por generaciones estuvo en manos de la rama principal, aquella que  preservaba intacta la sangre de
Indra  y por lo tanto la del gran sabio.
Pero como el primer hijo de Itama, este era su derecho. Las sagradas leyes de Indra así lo dictaban, por lo tanto así debía ser.
Lo intentaron todo para desacreditar al omega. Lo hicieron defender su título como heredero frente a los más destacados guerreros de su clan, pero o caían rendidos a sus encantos y le juraban fidelidad o mordían el polvo frente al único Uchiha adulto que no poseía un sharingan (casualmente estos eran los miembros ya emparejados).
Dándose por vencidos, trataron de comprometerlo. No era difícil buscar algún idiota manipulable que no estuviera dispuesto a desposar a "la joya mas preciada del clan". Lo malo es que no contaron con que Tajima, encerraría a dicha gema bajo 7 candados y un hermano extremadamente celoso y sediento de cariño, además de que "casualmente" los interesados amanecían muertos luego de dar a conocer sus intenciones románticas con "la princesita" de Tajima.
Cuándo los rumores de las muertes y la infertilidad de dicha joya se expandieron, el número de pretendientes​ empezó a bajar drásticamente. Madara se acercaba peligrosamente a la mayoría de edad  y Tajima estaba cada vez más cansado. Sumado a la guerra, el panorama era desamparador, hasta que...El último inviernos, sus rezos al río Naka rindieron frutos e Izuna se presentó como alfa.