No me habías hablado de nuevo en semanas.
Estaba algo triste porque pasaba menos tiempo con mi mejor amigo, extrañaba reírme entre clases con el.
En mi nuevo salón nadie me hablaba, nadie.
Era la marginada y eso me ponía más triste.
Dejé de poner atención en clases, luego me salía de ellas e iba a lugares donde mi mejor amigo no pudiese encontrarme.
Ya te imaginarás las consecuencias que todo eso me trajo.