Lola y su familia toda su vida vivieron en New York pero por problemas que pasaron en la gran ciudad con ambas hermanas tuvieron que mudarse a un pueblo, dejando toda su vida atrás pero ambas sabían que era por una buena causa... Todo por el bienest...
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Había llegado al parque en que vería a Sam, no quería venir pero la cita ya estaba hecha
El estaba allí en una banca esperando a que llegue, hablaba por teléfono y al acercarme enfoco su mirada en mi, y me sonrió
Empezamos a caminar por el parque mientras el iniciaba una conversación entre ambos pero llegamos a una zona en el parque en dónde habían árboles y decidimos sentarnos en el suelo
- Te molesta si me recuesto en tus piernas? - pregunto a lo que yo algo nerviosa asiento
- No para nada, tranquilo- dije y el se recostó sobre estas, empecé a jugar con su cabello tímidamente pero al ver que no se molestó seguí haciéndolo - y cuéntame sobre ti - empecé a hablar rompiendo el silencio
- ¿que cosa? - preguntó llevando sus ojos hacia los míos
- lo que sea - me encongí de hombros mientras seguía jugando con su cabello
- Emmm...tengo tres hermanos, y digamos que mi mamá se casará con un tipo rico,mi hermana menor no está muy contenta por ello pero creo que eso mejorará nuestras vidas...y eso, mi vida no es muy interesante -me dijo,lo último lo dijo con una sonrisa- ¿Y tú? - preguntó mirando hacia mis ojos
- Emm,okey... tengo una hermana menor,vengo de new York y la verdad es que mi vida es aburrida dentro de lo que cabe, solo me enfoco en mis notas y estoy en todo lo que resta del día escuchando música o leyendo un libro, no hago muchas cosas - en realidad mi vida nunca fue tan tranquila en New York, pero no me siento lista para contarle todo lo vivido en la gran ciudad, más bien mi pasado
- ¿Quieres ir a tomar un helado?- preguntó Sam a lo que yo asiento de acuerdo
- está bien - acepté y ambos nos pusimos de pie y caminamos hasta la heladería en dónde pedimos nuestros helados
Pero cuando estaba por tomar el dinero de mi cartera, Sam me paró rápidamente antes de que sacará el billete
- Espera! - me detuvo provocando que me asuste - yo pago
- ¡Sam! - le grite por el susto que me había dado - yo pago - negué y saque mi dinero
- No, yo fui el que te invito, entonces yo pago - me dijo y antes de que diga algo más el le extendió el dinero al heladero
- solo por esta vez - lo mire con una sonrisa y volví a guardar los 6 dólares en mi cartera mientras el me extendía mi helado
- Bueno, vamos - habló con una sonrisa, feliz de haber triunfado
Salimos del local y empezamos a caminar por las calles de Stoneybroock hasta que finalmente ambos nos sentamos en una banca mirando a los niños jugar en el parque
