Me levanté odiando a la humanidad, a mi maldita alarma que no quiso sonar, al recuerdo de la noche pasada donde descubrí que el dolor de Wilhemina era mucho y que no era buena idea tirar las llaves por la ventada, pero para mí salvación fue su culpa no mía. Mire hacia mi costado derecho y la mujer que esperaba que este durmiendo ahí, ya se había ido, probablemente lo hizo más temprano y con cuidado de no despertarme. Aunque creí que podría despertar y recibir un "Buenos días" no iba a ser así, lo sabía, anoche se había expuesto demasiado a mi y ahora supongo que quería mantenerse alejada para poder volver a ser ella misma.
En mi teléfono el nombre de Nick resaltaba en blanco, estaba recibiendo una llamada...
— Hola —Conteste.
— Hola Liv ¿Cómo estás?
— Muy bien y ¿Tu? —Me coloqué mis zapatillas y me fui al baño para cepillarme los dientes.
— Bien, la verdad que te extraño, no es lo mismo llegar a la oficina y no verte en la máquina de café
— Solo pasaron tres días y deja de burlarte de mí adicción por la cafeína.
— Si lo sé, pero es raro, estas tan lejos —Divago un poco con sus palabras y se formo un silencio donde yo solo escuchaba el cepillar de mis dientes. —¿Qué haces?
— Estoy cepillando mis dientes y espérame un momento...
Deje el móvil de lado y termine de asearme. Tocaron la puerta y volví a la llamada de Nick.
— Sabes que amo hablar contigo, pero debo colgar... —Abrí la puerta y me encontré con la mirada de Rose.
— Buenos días niña. —Dijo la mujer enfrente de mí, su cara era seria y sospecho que noticias buenas no traía.
— Luego te devuelvo la llamada Nick. —Dije y corte sin dejar que el conteste con un adiós.
La puerta de Wilhemina se abrió, dejándome ver su figura, pero al ver la presencia de su madre intento meterse de nuevo adentro.
— Contigo también quiero hablar. —Hablo la mujer sin darse vuelta y con su mirada fija en mí.
En ese momento mi mente comenzó a imaginar las conversaciones que podían fluir en este momento, nos adentramos en mi habitación y Rose se sentó en sillón junto a Wilhemina, yo en cambio me mantuve parada, estaba muy nerviosa y tenia el porque estarlo. Había muchas razones.
— Bueno, anoche recibí la noticia de que una señorita de la habitación 622 había tirado sus llaves por la ventana. —Wilhemina me miro seriamente. —Decidí revisar las cámaras, ya que me dio muchísima curiosidad teniendo en cuenta que yo sabia que las dos estaban en este piso. Y ¡Pum! Me encuentro que eran ustedes dos. —Nos miró. —¿Me explican que sucedió?
— Nada, solo fue su torpeza. —Contesto Wilhemina como si nada.
Pero Rose estaba dispuesta a llegar a la verdad, porque ella sabía algo y nos tomó por sorpresa.
— Se que eran ustedes dos las que estaban en el agua. —Mire hacia la ventana, no sabía que decir en este momento, me encontraba en la nada misma y con más ganas de morir que de decir la verdad. Wilhemina en cambio estaba mirándome a mí, lo sentía esa mirada penetradora que no sabes si va asesinarte o humillarte. — ¿Algo para decir hija?
— No.
— No voy a regañarlas, solo quiero una explicación, necesito que me cuenten lo que ustedes se traen. ¿Están saliendo? —En ese momento mire a la mujer que tenia en frente, ni si quiera podía ponerle un título a este amorío de jóvenes que teníamos y la respuesta que salió de Wilhemina fue un flechazo directo al corazón.
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Más Allá De Nosotras
FanfictionEn una sola mirada, todo cambió. Ese bastón, al principio percibido como odioso, se convirtió en el hilo que tejía nuestro hechizo de amor. Puede sonar increíble, pero cuando nuestras manos se tocaban, el cielo y el infierno danzaban en sincronía. F...