Parte 180

48 12 9
                                    

Pasas un tiempo observando como tu padre habla con los gatos y los carga con alegría, que cuando él te presta atención te sobresaltas y te sientas correctamente en tu silla.

-Deberías bañarlos si quieres que se queden. – Lo miras incrédulo, pero con la ilusión creciendo en ti.

-Pero mamá dijo que...-Te interrumpe colocando al gatito frente a ti, tú lo tomas sin dudar.

-Voy a convencer a mamá, pero vas a tener que hacerte responsable de ellos. - Te sonríe y sale de la habitación en lo que supones, es la búsqueda de tu madre.

El gatito maúlla en tus manos y tus rasgos se enternecen al mirarlo.

-Parece que te vas a quedar... gordo. – El gatito maúlla sin entender y se inclina para lamer tu mano con un pequeño mordisco juguetón que te saca una carcajada.

La vida de adolescente de Arthur Kirkland. HetaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora