Un tonto lindo[Emiliaco]

015

Tres meses. Habían pasado
exactamente tres jodidos y hermosos
meses desde la primera vez que se
encontraron. Tres meses cenando en
ambas casas, con ambas familias
encantadas con la "linda pareja" que
hacían. Tres meses compartiendo besos
inocentes y cargados de sentimientos.
Tres meses saliendo a distintos lugares
y disfrutando de la compañía.

Y por ese motivo Emilio estaba parado
frente aquella tienda de regalos a la que
tantas veces había acompañado a su
mejor amigo, pero ahora con un motivo
diferente. No iba a comprarle un regalo
al crush de su amigo, iba a comprarle un
obsequio a su pequeño niño tonto. Un
niño tonto demasiado lindo y adorable
para su salud mental.

- Esto es raro -comentó Camilo adentrándose al cálido lugar- nunca creí
que tú, Emilio Osorio, estarias un sábado comprando un regalo para un
mocoso en vez de estar en tu cama,
viendo tus estúpidas series y tragando
pura comida chatarra.

- El amor -canturreó divertido entrando
tras él. El moreno rodó sus ojos- bien,
tenía pensado regalarle una cadena con
nuestras iniciales pero ya está algo
quemado, sabes?

-Y qué se te ocurre, chico experto en
regalos?

-Algo.. no lo sé, algo que sé.

Recorrieron el lugar por unos segundos,
el mayor quedando totalmente frustrado
al no encontrar nada. Quería regalarle
algún objeto bonito pero nada en la
tienda llamaba su atención. Finalmente
luego de media hora se rindió, pero
cuando estaba por Ilamar a Camilo un
grito de este lo dejo desconcentrado.

-Encontré lo que buscabas, amor mío!

Suspiró. Si Joaquin se enteraba de ese
apodo la vida de su mejor amigo correría
peligro.

——

Emilio frotó las palmas de su mano contra
Sus muslos, nervioso. Hace apenas
unos tres segundos había tocado el
timbre en el hogar del castaño y ya
comenzaba a desesperarse. Traía sus
amados jeans negros rasgados junto a
su cazadora de cuero cerrada, sus pies
moviéndose nerviosos de un lado a otro.

La puerta se abrió dejando ver una
Castaña cabellera despeinada junto a
unos ojos miel adormilados y una
mueca de confusión.

-Quién diab... -sus palabras quedaron
en el aire al notar de quien se trataba y rápidamente se recompuso, alzando sus
hombros y abriendo sus ojos un poco
más mientras tendía una sonrisa
nerviosa en su rostro- oh, bebé, no
sabía que vendrías...

Emilio rió- era una sorpresa.

-Yo, umh, lo siento, recién me despierto
-se lamentó apoyando su mejilla contra
el umbral de la puerta, viéndose mucho
más adorable- estúpido, tuviste que
haberme avisa...

El mayor no lo dejo terminar y saco
detrás de él una bolsa de regalo- įTa da!

Los ojos mielosos se abrieron aún más,
justo al mismo tiempo de un leve sonrojo
cubrió sus mejillas. Lentamente se
separó de la puerta y sin perder ni un
segundo más se lanzó hacia él, siendo
bienvenido por su cálido pecho y fuertes
brazos que lo sostuvieron para evitar su posible caída. Después de todo, era
todo un torpe.

- Esto es por los tres meses? -preguntó
en un murmuró. Emilio rió nervioso.

- Bueno... umh... yo...

- Tu? -alzó su rostro, soltando una
suave risa al notar el rostro colorado del
chico. Emilio abrió y cerro sus labios,
balbuceando algunas palabras que no
alcanzó a oír.

- Mejor abre esta cosa -pidió
avergonzado- debo avisarte que fueron
ideas de Camilo.

Riendo, Joaquín tomo la primer bolsa y con cuidado de no ser tan desastroso la
abrió, encontrándose con una remera
blanca doblada perfectamente.
Entrecerro sus ojos con curiosidad al
tomar la prenda.

La tela era suave y el aroma que esta
desprendía lo reconoció al instante, de
seguro Emilio le había puesto su perfume. Miro al mayor emocionado mientras leía las letras negras "Yo no soy gay, pero mi novio si"

- Esto es vergonzoso -se quejó Emilio
mientras comenzaba a bajar el cierre de
su cazadora. Joaquin chilló al ver que tenía la misma remera, solo que la suya decía "yo soy su novio".

No puedo evitar su pequeño ataque.
Comenzó a brincar con la prenda en
manos y se colgó del mayor enredando
sus piernas en su cintura, riendo debido
a las emociones del momento que solo
retorcían su estómago. Estaba a nada
de vomitar corazones si seguía así.

-Esta es una forma extraña de pedirme que sea tu novio? -murmuró con el rostro oculto en el hueco de su cuello. Lo sintió asentir y volvió a chillar aferrándose aún más-sÍ, sí, sí, si.

-¡Esto es hermoso! -una tercera voz se
hizo presente y ambos voltearon
sobresaltados, justo en el momento que
el flash salio disparado en su dirección.
Eli se alejó murmurando por lo bajo-
debo pasarle esta foto a Niurka.

Los chicos se miraron y comenzaron a
reir para luego unir sus labios en un
suave beso que sello el principio de una
hermosa relación.

FIN