-No puedo creer que me hayas traído a la fuerza hasta aquí.- Le dije a Isabelle mientras me ocultaba detrás de un auto para poder ver bien en que dirección caminaba Louis.
-Tú sólo ve y luego le dices lo que tengas en mente, después se besan como los besos apasionados que salen en las películas... Me entiendes ¿no?
¿Qué se supone que tengo que decirle?
-No haré lo del beso, que quede claro.
-Tú sólo ve.
Louis había llegado a su auto, metió una de sus manos en su bolsillo para buscar la llave de su auto -creo-.
Ya estaba caminando a donde se encontraba Louis, no porque ya tenía algo planeado para decirle, sino porque ya no aguantaba a Isabelle diciendo que fuera tras de él.
Me acerqué más y más a su auto. Louis estaba sentado en el asiento del conductor.
-Louis, espera.- Grite mientras corría prácticamente para llegar a él antes de que se marchara.
Bajó su vidrio, incrédulo y sorprendido al verme aquí con él. Del hecho de que yo no sé muy bien el por qué fui tras de él, me mantenía insegura.
-¿Qué sucedió?.- Preguntó.
-Yo... Vine...-dudé- Vine porque no quedamos en nada.
-¿En qué?
-Ya sabes... En el informe de historia.
Fue él el de la idea de formar grupo de dos, ¿acaso yo tengo que hacer todo el trabajo?
-Oh, eso. ¿No quieres que te lleve a tú casa?
-No quiero que pienses que me acerco a ti sólo por tú auto. Lo siento, me iré por mi propia cuenta.
-No es ningún problema para mí, en serio.
-¿Cuándo haremos el informe?- Cambié de tema.
-¿Mañana?
-Sí, está bien
-Bueno, ¿en tú casa o en la mía?
-Tendría que pedir permiso porque...
-En la mía.- Interrumpió.
-Okay. ¿Dónde queda tú casa?
-Después te lo mando por mensaje. Insisto, ven... Te llevaré a tú casa.
-No es necesario, además creo que me iré con Isabelle.- Señale con mi mano en dónde la había visto a ella por última vez cuando vine hacia aquí.
-No la veo. Al parecer te dejó.- Se burló.
-No es gracioso.- Dije disgustada.
-Vamos.- Volvió a insistir.
-Sólo porque tenía pensado irme con Isabelle. Que no se te haga costumbre.
Entré a su auto y me sitúe al lado del copiloto poniendo el cinturón de seguridad.
-Algún día cuando aprenda a conducir. Yo te llevaré a tú casa.- Dije en voz autoritaria.
-Espera, ¿no sabes conducir?
-No.
-Ya aprenderás, te lo aseguro.- Sorió al ver que no entendía lo que trataba de decir.
-Entonces, mañana en tú casa... ¿a qué hora?- Pregunté.
-¿A las cuatro estará bien?
Asenti con la cabeza. Louis arrancó el auto. Durante todo el trayecto a mi casa ni uno hablo nada más. Al llegar me bajé con dificultad golpeando con la puerta que estaba a mi lado. ¿Esto no puede ser más vergonzoso?
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Lo que siento por ti.
RomanceEmma Johnson, una adolescente con tan sólo dieciséis años, que después de pasar toda una vida trasladándose de ciudad en ciudad, tendrá que soportar otro cambio más en su vida. Aunque para ella, ya se ha hecho un ritual mudarse, ya no quiere seguir...