Desde su cursi (y chino) momento en los pasillos con su YangYang, lo había dejado pensando en si ya debería romper esa estúpida ley del hielo que se habían impuestos sus amigos y él por alguna razón, que hasta el mismo desconocía.
Además de que tener a Yang en el borde de tu oreja todos esos cinco días desde el momento, hablando de "Presentarle al maravilloso Ten" lo estaba volviendo loco, un sentimiento amargo extendía en su pecho al pensar la insistencia del menor por conocer al tailandés, pero ver sus ojos brillantes cada vez que le insistía en conocerlo lo debilitaba, realmente era muy débil ante los mandados de ese mocoso.
Pensando en cuanto extrañaba a sus amigos y en la sonrisa del menor si al fin le cumplía su sueño, después de haberlo dejado sano y salvo en su casa con su hermana, había decidido ir a la casa de Chenle, donde seguramente estarían todos jugando básquet en la cancha privada que tenía la lujosa residencia donde se hospedaba el menor en su estancia en Corea.
¿Podría llegar a explicarles la situación? No es que el sea el tipo de persona que cambia a sus amigos cuando una persona nueva llega, el problema es que el estrés de perder su beca y la bola de energía y ternura andante que era su protegido lo dejaba en una nube donde sólo ellos dos importaban, además de que a penas llevaban casi tres semanas en ese plan, sería fácil arreglarlo, claro que si.
Llegó a la residencia Zhong, donde la cálida madre del menor le miraba con una gran sonrisa que formaba ese eyesmile tan característico del menor de su grupo que indudablemente había sido heredado de ella.
—Señora Zhong, ¿Cómo está? —sacó a relucir su mandarín en el momento en que la saludo cortésmente, la mujer lo apretó en un ajustado abrazo y besó su mejilla, algo incómodo y aún no acostumbrado a ello, se separó discretamente de la señora.
—Estoy muy bien mi niño, tiempo sin verte—XiaoJun asintió con su cabeza ante las palabras de la señora—, bueno, ¿Qué haces aquí?
— ¿Los chicos no están aquí? —con incredulidad contestó inmediatamente con una pregunta más.
—Ah, desde hace unas semanas han dejado la tradición de jugar básquet los miércoles, así que ahora mismo no sé exactamente donde estén, Chenle dijo que iría a casa de Dery, pero tú y yo sabemos como son esos niños—hablaba tomando sus manos y negando levemente con la cabeza, como la mamá preocupada que llegaba a ser siempre, Xiao le sonrió sin dientes para calmarla, al parecer nadie estaba para recordarle a Lele que tenía que dejarle mensajes a su madre.
—Bueno, voy para allá, gracias señora.
Sin decir más, salió corriendo a tomar el autobús había el apartamento de Dery y Lucas, quiénes vivían en unos edificios también lujosos pero, lejos de donde vivía el menor.
¿Iba a darle vueltas a toda la ciudad para poder verlos?, su mente estaba dando más vueltas que él, pero, el sentimiento cálido que se formaba al pensar en ellos le daba la seguridad que lograba debilitarse en ocasiones, aunque se quejaba de ellos como nunca se había quejado de otra persona, que lo dejarán de lado o pareciera que lo utilizaban, estaba seguro en su corazón de que realmente todo era un malentendido que podrían arreglar hablando respecto al tema, su beca, su dinero y su posibilidad de quedarse en Corea estaban corriendo peligro en esos momentos.
Llegó al grande edificio después de un largo viaje en autobús, se percató en el estacionamiento y al ver la moto de Ten, estaba más seguro de que podría arreglar su relación, dos días después de que había llegado el menor, hace tres semanas, todo ese tiempo había pasado que estaban en ese estado de ignorarse mutuamente.
Subió rápidamente con los latidos de su corazón resonando en su pecho con fuerza, estaba tan nervioso, se sentía tan pequeño, ya se imaginaba a todos burlándose de él, que lo abrazaran con fuerza y le dijeran que todo estaba bien, la escena estaba bien formada en su mente, practicaba las palabras que iba a decirles si no funcionaba y no se daba la primera escena al instante, pero sabía que de alguna forma u otra todo estaría bien entre ellos.
Salió del ascensor con la mirada de la vecina de Hendery y Xuxi posada sobre él como si fuera un fantasma, se había subido al ascensor en el segundo piso y su cara de asombro no desaparecía, sacudió su cabeza ante el mal sentimiento que le transmitía la vecina, corrió hacía el apartamento y comenzó a tocar la puerta, sin ninguna respuesta aunque podia escuchar la televisión sonando.
— ¡Hendery! —llamó alzando un poco, con el sentimiento de desesperación empezandoa impregnarse en su voz— ¡Xuxi!, ¡Soy yo, XiaoDeJun!
Ahora estaba empezandoa temblar un poco, mierda, no quería verse así, ya estaba sudado por el infernal recorrido en autobús, sus manos temblaban levemente por sus nervios y sentía que iba a largarse a llorar si no le respondían, era más que claro que estaban ahí dentro, no podían engañarlo.
—Hoola XiaoDeJun—Chenle abrió la puerta después de un rato, una sonrisa incómoda aparecía en su rostro y parecía algo inquieto ante su presencia.
—Hola Chenle, justo quería hablar con todos, per-
— ¿Hablar sobre qué? —Johnny le interrumpió con un gran ceño fruncido en su rostro, planteándose detrás de el menor, no pensaba que iba a reaccionar de esa forma, pero, no iba a dejarse intimidar por él, necesitaba hablarles y no se iría hasta que no lo solucionarán.
—Hablar sobre nuestra amistad, obvio, me siento fatal por lo que he hec-
— ¿A caso te importamos? —Ten apareció, se veía tan enojado como nunca, XiaoJun tragó saliva asustado, escondió sus manos temblorosas detrás de él pero, vió como Johnny lo observó y suavizó su mirada por un segundo antes de volver a su cara dura.
—C-Claro que me importan son mis mejo-
— ¿Ahora si somos tus mejores amigos? —Lucas escupió sus palabras con odio, un odio que había perforado dentro de él, ¿Por qué actuaban así?, ni siquiera le dejaban hablar y su voz comenzaba a quebrarse y a tartamudear, pero, trataba de mantenerse en pie, de no romperse y poder hablarles como seres humanos correctos.
—Xuxi, por favor déjenme hablar, ¡Necesito hablarles! —les gritó por primera vez en algún tiempo con lágrimas en sus ojos, todos se sorprendieron ante la desesperación que demostraba, pero aún mantenían su resistencia a dejarlos entrar.
—No queremos hablarte, por favor vete de mi casa—Hendery, su mejor amigo de la infancia, él que les impulsó a venir a Corea, él que siempre dijo que la apoyaría, estaba echándole de su casa.
Limpió sus lágrimas, su corazón estaba roto, no entendía que estaba pasando pero, no quería seguir ahí si ellos ni siquiera le dejaban hablar o incluso dejarle entrar al apartamento y no hacerle eso en medio de ese frío pasillo.
—Está bien—fue lo último que dijo antes de obligarae a sí mismo a arrastrar sus pies fuera de ese lugar, lejos de ellos, seguramente estaban confundidos y heridos, habría algún otro momento donde podrían arreglar todo, aunque se sentía traicionado y dolido no se iba a rendir, eran sus amigos.
Pero, al estar en la calle y ver la moto de el tailandés en el estacionamiento, cuando vio su mal aspecto en el reflejo de la puerta de vidrio del edificio.
¿Realmente lo habían usado y ya no lo necesitaban?
Ante ese tortuoso pensamiento no pudo evitar explotar en llanto, con sus manos temblorosas y su vista nublada por las lágrimas, agarró su celular y llamó a la única persona que podría consolarlo en ese momento.
— ¿Jun?
—P-Por favor, ayúdame, YangYang...
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un amargado y una oveja negra | xiaoyang
Acakdesde que su profesora de coreano le dice que tiene bajas notas, xiaojun hará lo posible por mejorarlas, aún así eso implique ser ángel guardián de el chico más lindo y demoníaco que ha conocido. - xiaodejun × liu yangyang (wayv/nct) - contenido hom...