Louis, veinticuatro años
Harry, veintidós años
LOUIS.
Esperar afuera del departamento de Harry se había vuelto una rutina de los viernes por la noche. Era noche de cita. Y este viernes no era excepción. Cuarta cita. Nuestra relación había sido algo extraña, con la distancia de los últimos dos años en la escuela de ballet de Harry y mis estudios universitarios en la ciudad de Manchester, había sido un poco complicado poder vernos en persona. Además, Harry siempre estaba ocupado y, francamente, no lo quería molestar. Debía ser paciente, el sueño de Harry iba primero. Cualquier cosa que podría pasar entre nosotros debía esperar.
Lo vi a través de la puerta de vidrio de su edificio. Estaba alto y esbelto, sus músculos y sus tatuajes se podían ver ya que la blusa que usaba era trasparente. Tragué saliva. Era bello. Hermoso. Delicado y fuerte al mismo tiempo. Sonreí mientras esperaba que abriera la puerta. Estaba mucho más alto que yo, casi una cabeza de más.
Me plantó un corto beso en los labios y sonrió. Era más confiado ahora que cuando éramos niños. Y tenía razones para serlo. Fue contratado ni bien terminó la escuela por la compañía del Teatro Real de Ópera de ballet en Londres con sólo veinte años, y ya había protagonizado Giselle, el ballet del invierno a sus veintiuno. Era un éxito, todos lo querían. Yo lo había visto bailar. Había llorado. Me encantaba verlo.
"Hola, Hazz. Te ves genial" era un poco raro esto de las citas. Pero no en un mal sentido. Harry sonrió radiante nuevamente y tomó la mano que le ofrecí.
"Tu también, Lou" comenzamos a caminar a donde había dejado mi pequeño auto oxidado estacionado. Le abrí la puerta y entró, encorvándose para no golpear su cabeza. Me apresuré a llegar al lado del conductor y rápido entré al coche. Lo encendí, haciendo que el motor se quejara un poco. "Tengo buenas noticias, excelentes noticias en realidad" Harry habló mientras comenzaba a conducir hacia el restaurante que había elegido para esa noche. Le sonreí, dando una mirada rápida hacia él. Tenía las manos apoyadas en el regazo, mirando por la ventana.
"¿Ah, sí? ¿Qué pasó?" yo también tenía noticias y eran que no sería más un quebrado. Había sido difícil conseguir un buen trabajo luego de la universidad pero al fin lo había logrado. Estaba emocionado. El trabajo significaba dinero, y el dinero significaba poder mejorar la calidad de las citas con Harry, mimarlo de la forma en que él se merecía.
"Oh, Louis, es una gran noticia. Es demasiado grande" divagó soñador, lo que me sacó una sonrisa de oreja a oreja. Harry seguía siendo el dulce niño que había sabido ser en Doncaster. Le apreté la mano un segundo, sintiendo su montón de anillos entre mis dedos.
"Entonces debemos esperar para celebrar con una copa de vino. Yo también tengo algo importante para decirte" sonrió esperanzado y me dio la razón, cambiando el tema de conversación a cómo había ido su día.
***
El restaurante no era muy lujoso, pero se sentía familiar, cálido y lindo. Era suficiente para mí, Harry hacía que todo fuera un lujo, Un privilegio. Estábamos sentados en una mesa un tanto alejada, con una vela en el centro y dos copas de vino tinto, esperando nuestra comida. Harry estaba ansioso, podía sentirlo, se movía mucho sobre su silla y jugaba con sus anillos, mirándome mientras le contaba sobre mi día esta vez.
"Harry, ya basta. Dime tu noticia, veo que quieres contarme" le dije con una sonrisa cuando ya me había puesto algo nervioso a mí. Me miró con cara de disculpa, las cejas un poco fruncidas pero sonrió al instante en que sus ojos se encontraron con los míos.
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Not Who We Used To Be // larry stylinson fanfic
Fiksi PenggemarAU donde Harry es un gran bailarín, con grandes sueños. y donde Louis quiere que Harry sea feliz y ser feliz en el proceso. La vida no es tan simple.