SE BUSCA ABOGADO (para divorciar a mi ex)

11. MALAS IDEAS

Los rayos de sol iluminaban la habitación a través de la pared de cristal que daba a un jardín con árboles y hamacas, Doyoung abrió sus ojos y sintió un mareo aún estando acostado en su suave colchón.

¡Un momento!

Esa no era su habitación

¿En dónde demonios estaba?

—¿Dormiste bien, bebé?

«¿Por qué, Dios...?»

El sonriente rostro de Jaehyun apareció en el campo visual de Doyoung y este lo miró sin decir una palabra mientras el contrario sonreía.

—Eres hermoso a cualquier hora del día —expresó Jaehyun y se acercó un poco a su ex para acariciarle el rostro pero Doyoung se apartó automáticamente con un gesto de incomodidad. Jaehyun encogió sus dedos y los alejó, la creciente molestia era evidente en su hermoso rostro y Doyoung se asustó un poco.

—¿En dónde estamos? ¿Por qué estamos aquí?

—Lejos y porque sí —dijo Jaehyun sin decir nada en realidad.

Doyoung no recordaba nada y su cabeza se sentía como un puto remolino psicodélico en ese momento. Poco a poco algunas imágenes borrosas vinieron a su mente.

—¡Me secuestraste, maldito idiota! ¡Tienes problemas!

—No. El que tiene problemas aquí eres tú. Yo solo estoy enojado por tu maldita actitud de preescolar consentido de mierda. —Jaehyun se veía insanamente molesto ahora y el temor de Doyoung creció.

—Jaehyun déjame ir y te prometo que voy a olvidarlo, no voy a denunciarte... solo déjame... Por favor... —rogó el prisionero.

—¿Por qué me abandonaste Doyoung? —la voz de Jaehyun parecía calmada pero Doyoung no podía fiarse, porque ya no era el mismo Jaehyun, en pocas palabras este nuevo Jaehyun estaba demente. Mucho y le daba miedo.

—Jae... por favor... —Doyoung intentó suplicar y se dio cuenta que había hecho mal al elegir el diminutivo de su ex para hablarle; los ojos de Jaehyun se agrandaron y Doyoung estuvo seguro de que lo golpearía en el rostro.

No.

Jaehyun empezó a llorar. Como una chica en su primera frustración amorosa, como un niño al que le compraron su helado favorito y lo tira al suelo accidentalmente sin haberlo probado siquiera.

—Cu-cuán-do-do me he-e am-ama-bas-s h-e me decías J-ja-jae.

«¡Alguien llame al doctor!»

—Por favor no llores —pidió Doyoung en un débil susurro. Mierda. El ruidoso llanto de su ex lo incomodaba.

—¡No! —Jaehyun gritó con potencia y Doyoung dio un salto antes de quedarse paralizado en su lugar. —Tú eres un maldito estúpido abandonador.

—De verdad, no puedo tomarte en serio si tienes más problemas de bipolaridad que una mujer embarazada —dijo Doyoung con seriedad.

—Cállate. ¡No puedo aceptarlo! ¡Joder! ¿Por qué me dejaste? ¿Qué hice mal? Lo que sea pudimos haberlo discutido, hubiera hecho lo que fuera por ti. Lo sabes.

—¡Si lo sé! —Doyoung gritó exasperado e intentó levantarse, solo en ese momento pudo darse cuenta de que uno de sus tobillos estaba atado a la cama. —¡Imbécil! —Doyoung gritó de nuevo. —¿Que soy tu maldita mascota? ¿Me ves cara de perro? ¡Suéltame!

—¡No! Si te suelto te vas a ir —Jaehyun hizo un ridículo puchero como si fuera un niño malcriado.

—¡Obviamente me voy a ir! —Doyoung quería llorar de frustración. —¿Estás loco? ¿Que pretendes?