Sus lindos labios en forma de corazón era en lo único que pensaba Jungkook.
♡-• Junghope.
♡-• Jungkook Hoseok
♡-• OneShot.
Escrita por: TurquoiseBlueHope
[190820]
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La mañana era un poco fría, las sabanas blancas cubrían la mitad de su cuerpo. Su mano pasó por todo el extremo de la cama, sintiendo un vacío en ella.
Abrió sus ojos lentamente, un poco somnoliento y cansado, recordó que su pequeño novio no se encontraba junto a él en ese momento. Ahora mismo su lindo omega debería estar en una junta importante, el horario en EU era muy diferente que en su país.
Realmente lo extrañaba, hace exactamente una semana que se había ido, y en un mes se supone que regresaría, el tiempo comenzaba a pasar demasíado lento para él. Empezaba a extrañar despertar cada mañana junto a Hoseok, el que su lindo y pequeño novio lo despertara con sus lindos y dulces ronquidos, recostado en su pecho, rodeando aquella pequeña y estrecha cintura de su Omega, sintiendo el delicioso aroma proveniente de su cuerpo que tanto amaba. Y la mejor parte de cuando despertaba por la mañana, era cuando Hoseok se levantaba de buen humor, y colocaba aquellos lindos y preciosos labios en forma de corazón alrededor de su polla, frotandolos, adentrandola toda dentro de ella, y succionandola tan placenteramente. La forma en que se veía cada vez que subía y bajaba por su miembro, mientras que Jungkook está recostado sobre la cama, sosteniendo a su omega de su esponjado y castaño cabello, guiando sus movimientos. Definitivamente era uno de sus momentos favoritos.
Levantandose de la cama, con una gran erección en sus boxers, se adentró a la regadera. El agua resbalando por su cuerpo, colocó su mano alrededor de su miembro erecto, frotandolo de arriba hacía abajo, imaginando el estar dentro de aquella linda y rosada entrada, mientras Hoseok comienza a soltar esos lindos gemidos que lo vuelven loco.
Sus movimientos haciendose más rápidos y constantes, soltando leves gruñidos mientras su orgasmo está por llegar. El baño llenándose de sus feromonas, extrañando impregnar a su omega de ellas, sintiendo qué en cualquier momento podría explotar.
Con un grave gruñido, la pared es manchada por él.
Mierda, parecía un maldito adolescente puberto. Su frustración sexual parecía incrementar.
No es que fuera un adicto al sexo, no, claro que no, almenos eso creía él. Pero al momento que veía a su Omega recostado en el sofá, boca abajo, haciendo resaltar su lindo y respingado trasero, o cuándo se adentraba a la cocina a preparar algo para comer, y se colocaba aquel delantal rojo, que lo hacía ver tan sexy. Su alfa y él comenzaban a excitarse, queriendo reclamar a su Omega. No, claro que no era un adicto al sexo, solo extrañaba a su lindo y pequeño novio.
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