Narra Lucía
Mis ojos se abrieron a tope al sentir sus cálidos labios junto a los míos. Sentí una inmensa felicidad al ver que me había besado ¡Él me había besado! "Y claro Lucía, de tonta te dejas". Comencé a moverme desesperada por que me soltara. Pero sus brazos me tenían atrapada. El beso fue brusco, pero a la vez sentía que al igual que yo también estaba desesperado por besarme.
—No sabes cuanto te he extrañado—murmuró en mis labios, y volvió a besarme. Esta vez no hice nada. Me dejé llevar por aquel beso, que poco a poco se volvía a tornar tierno y dulce. Me separé de él para tomar oxigeno, y aproveché para mirarlo. Dios, como amaba esos ojos verdes—Lucía necesitamos hablar—dijo y eso me sorprendió más que nada ¿Quería hablar?
—¿De que? ¿De cómo me trataste el lunes pasado?—dije cínica.
Llevó sus manos a su sedoso cabello y lo estrujo—Vámonos.
—¿Qué? ¡No!
—¡Anda Lucía!—su mano izquierda tomo la mía y me percaté de que ya no tenía la venda en su mano derecha. La tomé y la observé varios segundos.
—¿Ya no te duele?—pregunté.
—No, en lo absoluto—medio sonreí y después regresé mi mirada a sus ojos—Lucía, vámonos. Tenemos mucho de que hablar.
—Alex no puedo...
—¿Por qué? ¿Tienes miedo?
—¡No!, es solo que ya he faltado una semana, no quiero volver a hacerlo.
—Solo hoy, lo prometo—lo miré varios segundos, él sonrió haciendo un pequeño puchero, haciéndome sonreír.
—Solo hoy—le dije suspirando. "Maldito seas Alejandro, por ser tan perfecto".
Alejandro sonrió victorioso, me atrajo hacia si de manera que pude respirar todo su aroma varonil. Me llevó hasta el copiloto de su auto, donde me abrió la puerta, me ayudó a sentarme bien cerró mi puerta y luego rodeo el auto para subirse al piloto y comenzar a conducir.
En el camino, Alex volteaba a verme, podía sentir su mirada en mí. Sin embargo, no me digne a verlo a los ojos. Solo miraba por la ventanilla. En realidad estaba dolida por todo lo que había pasado, pero la esperanza de que todo se arreglara aún estaba en mi corazón.
Después de un largo y silencioso camino, Alex se estacionó en una playa al parecer privada, ya que estaba un gran portón con candado. Bajó del auto y rodeo para abrirme. Me ofreció su mano la cual acepte—¿Qué es aquí?—pregunté curiosa.
—Ya lo verás—cerró la puerta y luego activó la alarma.
Uno de sus brazos se posó en mi cintura, mientras me dirigía a la entrada del gran portón. Sacó unas llaves y abrió el candado. Al abrir el portón, este rechinó, haciendo que tapara mis oídos. Entramos y Alex volvió a poner el candado cerrándolo. Miró a los lados y luego sin decir nada me abrazó por atrás. Respiró el aroma de mi cabello y luego comenzamos a caminar.
—Te he extrañado tanto estos días—murmuró en mi cuello mientras me daba un leve beso.
—¿En serio?
—Si—me dijo sonriendo, caminamos unos pasos y me di cuenta de que había una cabaña algo grande, luego miré hacía el frente y me di cuenta de que era un mar no tan grande, miré a mis pies y me encontré con la arena—¿Te gusta?—preguntó, lo miré sonriente.
—¡Me encanta!—dije sin dejar de sonreír, quité mis tacones y los aventé cerca de la cabaña. Comencé a jugar con la arena, dejando que esta tocara mis pies descalzos—Mi pedicura se arruinara, pero no importa—dije y el rió. El cielo comenzó a nublarse, y el sol poco a poco desapareció.
—Ven, vamos a hablar—dijo, me dió su mano y lo seguí. Nos sentamos en la arena, justamente frente al mar. Alex quitó sus zapatos, y suspiro.
Me miró unos segundos, y quitó uno de mis mechones que el aire había puesto en mi cara. Lo llevó atrás de mi oído y sonrió—Eres tan hermosa Lucía—le sonreí—No tengo un discurso o algo así, Dios, Lucía, perdóname por como te traté el lunes. Yo no quería hacerlo, pero me sentía tan dolido que no pensé en las cosas que dije.
—¿Dolido?
—Si, heriste mi orgullo. No, heriste mi corazón. Yo te declaré mi amor y tú lo que hiciste fue huir.
—Lo lamento—agaché mi cabeza—Yo no sabía lo que sentía por ti en esos momentos.
—¿Ahora lo sabes?
—Si—volví a mirarlo a los ojos—Ahora lo sé.
—¿Me lo dirás?—asentí sin dejar de mirarlo—Bien, te escucho.
"¿Le dirás Lucía? ¡No puedes hacerlo! " Pero esta vez, no escuché a la culpable y orgullosa voz de mi cabeza. Lo miré sonriendo.
—Siento que—miré sus ojos—Que cada que veo esos ojos verdes y penetrantes, siento que estoy perdida, que cada que esos labios hacen contacto con cualquier parte de mi piel, muero en vida, que cada que toco ese cuerpo, Dios, creo que me vuelvo loca. En realidad, que cada que te veo, mi corazón da brinquitos y mi estómago se revuelve. Siento que yo—suspire—Estoy enamorada de ti...
Alex sonrió.
—Dios, Lucía. Te amo—dicho esto, se acerco a mí y me beso.
—También te amo Alejandro—dije separándome de él, la felicidad invadió cada parte de mi ser, una gran sonrisa apareció en mi rostro, y en mi corazón. ¿Cosa mas feliz que esta? ¡Ninguna! Nos habíamos declarado nuestro amor, y podía ver en sus ojos que era real—Tenemos que celebrar esto—dije y él frunció ceño. Me levanté y comencé a quitarme cada prenda de mi cuerpo.
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𝑺𝒆𝒙 𝒔𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕 - Lucialex (Adaptación)
FanfictionESTA NO ES MI HISTORIA, ES UNA ADAPTACIÓN CRÉDITOS A SU MARAVILLOSA AUTORA Logros: n°1 en Lucía 07/07/20 n°1 en Lucialex 24/07/20 n°1 en 100diasparaenamorarnos 06/02/21 n°1 en trans 06/02/21