La soledad perpetúa ése es el trágico destinó qué me tengo más qué merecido, caminar en solitario en esté mísero caminó, sin un alma acompañante en la que confíar, con la travesía que tengo por delante, acaso dios puso el juego complicado? Que iniciando la partida tengo que luchar la en solitario? Sin una guía y con los ojos vendados? Acaso así es como deseas qué comience está misión?! Usar lo único qué me dejaste?...una profunda depresión, Está tú idea de una broma porque qué la gracia no la encuentro...
Superó cada estúpida y cruel prueba que sé me ha colocado, he entregado lo mejor de mí en búsqueda dé satisfacer una satisfacción enferma qué comete gula por nunca sé ha llenado; entré elogios y sonrisas siempre a dé necesitar más, más de mí, más afecto, más halagos, más de todo, hasta que mí alma sea la qué sé entregué como plató principal y una risa quebrada resuene en mí boca.
La frustración de la perfección rompe la burbuja de paz que quiero aparentar, vivo en mí mundo ideal dónde nadie me puede tocar y sé qué nunca me llegaré a equivocar sin importar que palabras se digan o las acciones que cometa, sin pensar en las consecuencias; Dónde el desamor no exista y las dagas del rencor no atraviesen los corazones ya fracturados con discusiones qué los rompan más y queden sin arreglo hasta qué las piezas ya no encajen unas con otras.
Despierto del sueño en el que rogaría vivir, dejándome desamparado en el húmedo barro sin ganas de alzar la mirada y no contemplar nada, ver el vacío en el qué al final me quedé en una travesía qué ni pedí ni disfrute, despreciado en cada desafío que pasé, rechazado cómo una vil carga pesada, solitario en lo que resta de esta vida sin final.
