Pretty Bad 2: Blondes have more fun.

Capitulo 16.- ¡Vamos a la playa!

El resto de la semana es insignificante, como lo es últimamente. Llega el sábado, día de la clase de especialidad con el profesor Collins. No estoy segura de ir. Hemos estado muy distantes los últimos días y no quiero parecer una... Morgan. Pero sé que tengo que hacer algunas cosas por mi educación y no las voy a comprometer por un maestro que ni siquiera ha mostrado algún interés romántico en mi. Iré y actuaré normal, como si no lo conociera.

Me visto de una forma nada particular. Por ahora quiero pasar desapercibida. Salgo con no mucho entusiasmo, quizá por eso llego 10 minutos tarde. La clase ya ha empezado y me siento en los asientos traseros. Al sentarme el profesor Collins y yo hacemos contacto visual y él suelta una pequeña sonrisa involuntaria. Pasan las dos horas y la clase termina justo a tiempo, como siempre. Salgo del salón con prisa camino a mi auto y de ahí a la playa.

-¡Shelly!-escucho un grito agitado detrás mi.

Miro sobre mi hombro y veo al profesor Collins corriendo detrás de mi. Me volteo con extrañeza.

-¿Si?

Se detiene a medio metro de mi y toma un poco de aire para recuperar el aliento.

-Lo siento. Solo quería decirte que me da mucho gusto que vinieras, significa mucho.

-Por nada, ya lo había prometido y aquí estoy.

Sonríe con nerviosismo y mira el piso.

-¿Quieres ir por algo de desayunar? O...

-En realidad ya desayune y tengo que alcanzar a mis amigos en los juegos de las fraternidades en la playa ahora.

-¿Conduciras a la playa sola?

-¿Si?

-¿Segura? Es un camino peligroso, no deberías sola. Yo... Podria llevarte, claro, si tú quieres.

Lo pienso por unos segundos. Quizá tiene razón no es seguro conducir sola por mas de una hora por un camino desolado y menos en estos momentos.

-Esta bien- rasco mi brazo con inseguridad.

-Bien. Iré por mi auto. Espérame aquí- camina de prisa por el estacionamiento y yo espero a que llegue con el auto.

Estaciona el auto cerca de mi y subo. El camino es callado y un poco incomodo. Me impresiona un poco su amabilidad después del inexplicable distanciamiento. ¿Es que está con Kat y ahora es él quien está jugando conmigo?

-¿Tienes cable para cargar mi celular?- pregunto con seriedad.

Abre la guantera y saca el cable, este se resbala y cae sobre mis piernas. El reflejo de los dos es tomarlo, él pone su mano sobre mi pierna y yo mi mano sobre la suya. Después de unos segundos retiramos las manos incomodos y él conecta el cable en el encendedor.

-Gracias- respondo en voz baja.

Me mira por unos segundos con una sonrisa tierna y luego regresa su atención al camino con un pequeño suspiro. Ok. Esto es un poco raro pero no me desagrada del todo. Después de una platica casual y forzada llegamos a la playa. Me desabrocho el cinturón de seguridad, abro la puerta del coche, pongo un pie fuera del auto y justo cuando me volteo para agradecerle toma mi mano con fuerza. Miro nuestras manos confundida y luego lo miro a él. ¿Hay algo malo?